El ministro de Justicia de Brasil, José Eduardo Cardozo, negó hoy que su país haya adoptado las mismas prácticas de espionaje de las que fue víctima por parte de organismos de inteligencia de Estados Unidos.

En declaraciones divulgadas por el portal brasileño Folha, el funcionario dijo que hay diferencia entre el "contraespionaje" que realizó la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) y el espionaje realizado por Estados Unidos en diversos países.

Cardozo sostuvo que la vigilancia que realizó la Abin a diplomáticos de Rusia, Irak e Irán fueron operaciones de "contraespionaje" que no violaron los derechos de las personas.

"Yo veo situaciones completamente diferentes. Lo que tuvimos en relación con Brasil y otros países fue una violación de sigilo, de las reglas de la Constitución brasileña. Es decir, se interceptaron mensajes electrónicos, llamadas telefónicas" , explicó.

Subrayó que esas fueron "violaciones (de parte de Estados Unidos) que afectaron a la soberanía de Brasil" , en cambio aclaró que las operaciones de "contraespionaje" de la Abin se llevaron a cabo dentro del país sudamericano.

"Esto es completamente legal, dentro de las reglas que se establecen. Cuando usted advierte que existe espionaje de potencias extranjeras actuando en Brasil, ¿qué hace? ¿Deja que lo espíen? No. Usted hace entonces un contraespionaje" , enfatizó.

Cardozo aseguró que en todos los países se realizan este tipo de acciones, pero "lo que no puedo hacer es violar los derechos de los pueblos, la soberanía de un pueblo".

"Esto me parece una diferencia crucial. Si no hacemos esta distinción, dará la impresión de que estamos usando el mismo método que recriminamos. Esto no es verdad" , concluyó el ministro brasileño de Justicia.

La víspera, congresistas brasileños pidieron una explicación al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff por el espionaje realizado por la Abin a diplomáticos de tres países en embajadas y sus residencias particulares en Brasil.

Folha reveló un informe elaborado por la Abin, en el que se entregan detalles de 10 operaciones secretas realizadas entre los años 2003 y 2004 por el organismo de inteligencia brasileño para monitorear las actividades de diplomáticos de Rusia, Irán e Irak.

rcr