Una ráfaga de fuego se escuchó el domingo en la mañana proveniente del centro comercial keniano donde extremistas islámicos se atrincheran.

Momentos después, dos elementos de las fuerzas de seguridad kenianas fueron sacados del centro comercial Westgate.

Las autoridades kenianas dijeron que los atacantes mantienen un número indeterminado de rehenes en el recinto ubicado en la zona Westlands de Nairobi, luego de haber matado a por lo menos 39 personas y herido a otras 150 el sábado.

El grupo radical somalí al-Shabab se responsabilizó por el ataque, en el que específicamente se enfocaron en no musulmanes.

Luego de irrumpir en el centro comercial, los atacantes fueron rodeados por una fuerza combinada de policías y soldados durante la noche.

Camiones trajeron un nuevo contingente de soldados de las fuerzas de defensa de Kenia al centro comercial poco después del amanecer del domingo.

Entre los fallecidos se encontraban tanto kenianos como extranjeros, incluyendo franceses, canadienses y un médico peruano.

"Los violentos extremistas siguen ocupando el centro comercial Westgate. Los servicios de seguridad están ahí con toda su fuerza", dijo la embajada de Estados Unidos en un mensaje de emergencia emitido el domingo por la mañana.

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