EU puede espiar todo lo que se hace en la red
. (Foto: LARRY DOWNING REUTERS )
WASHINGTON.— Los intentos del gobierno de Estados Unidos por acallar las críticas contra sus programas de espionaje masivo y transparentar el debate recibieron ayer un balde de agua fría, tras conocerse los alcances del programa XKeyscore que permite el rastreo masivo de cualquier tipo de información intercambiada a través de internet, dentro y fuera de Estados Unidos y sin necesidad de una orden judicial.
El programa XKeyscore, del que el mundo se enteró gracias a Edward Snowden y The Guardian, “proporciona la capacidad tecnológica, si no es que la autoridad legal, para espiar incluso a los ciudadanos estadounidenses mediante una amplia vigilancia electrónica sin necesidad de una orden judicial y siempre que el analista conozca alguna información de identificación, tales como el correo electrónico o la dirección IP”, señala el diario británico.
La difusión de este programa pone de nueva cuenta en entredicho la credibilidad de la administración de Barack Obama, que se ha mostrado incapaz de ofrecer explicaciones coherentes a sus ciudadanos y a la opinión pública internacional por los alcances de sus programas de monitoreo y espionaje masivo.
Según este programa, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) tiene capacidad para sustraer cualquier tipo de información a través de internet y desde distintos países.
La existencia de XKeyscore, desde el 2008, da mayor sustento a las acusaciones de Snowden, quien en junio aseguró que cualquier operador de la NSA era capaz incluso de espiar a un juez federal o al presidente de Estados Unidos a través de su correo electrónico.
En un fútil intento por acallar las voces y protestas contra el programa de espionaje masivo de sus servicios de inteligencia, el gobierno de EU ordenó ayer mismo la desclasificación de tres documentos de la NSA que confirman la recolección de datos telefónicos denunciados por Snowden, ex analista de la CIA.
En dichos se documentos se ordena la recolección de información a compañías telefónicas como Verizon; su revelación causó desconcierto entre algunos senadores que lamentaron lo tardío de la medida.
“El presidente cree que es necesario tener una discusión más abierta sobre este tema. Por ello, ha instruido a los miembros de la comunidad de inteligencia a operar con mayor transparencia”, aseguró el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
Los documentos desclasificados ayer por Clapper demuestran la existencia de un programa de recolección de datos telefónicos que en un principio negó y que posteriormente se vio obligado a reconocer tras las revelaciones de Snowden. Uno de los documentos desclasificados es la orden primaria para la recolección de registros de individuos amparada en la Sección 215 de la Ley Patriota. Esa ley amplió los poderes policiales del gobierno tras los atentados terroristas del 11-s.
El subdirector de la NSA, John Inglis, insistió en su comparecencia ante el Comité Judicial del Senado que “nadie está escuchando las conversaciones de los ciudadanos en Estados Unidos”. “Bajo este programa nadie podría hacer esto”, insistió Inglis al señalar que este programa lo que hace es “atar cabos” de pistas que han permitido, entre otras cosas, frustrar 54 amenazas de atentados terroristas.
Frustrado por unas explicaciones extemporáneas e incompletas, el presidente del comité, el demócrata por Vermont, Patrick Leahy, arremetió contra la NSA y consideró que este tipo de programas de espionaje masivo deberían desaparecer.
“Si este programa no es efectivo, debe cerrarse”, dijo Leahy al resaltar que la lista clasificada que describe los usos del programa de registros telefónicos, al amparo de la denominada sección 215, “no refleja las docenas o inclusive los 54 supuestos complots teroristas que se han prevenido o evitado”.