El ministro francés de Transportes, Frédéric Cuvillier, descartó hoy que un error del conductor causara el siniestro ayer de un tren al sur de París, en el que murieron seis personas y treinta resultaron heridas.

"No es un problema humano", afirmó en una entrevista a la emisora de radio "RTL" Cuvillier, que rindió homenaje al conductor de la locomotora.

"Tuvo unos reflejos absolutamente extraordinarios al activar inmediatamente la alerta, lo que evitó la colisión con un tren que venía en sentido inverso y que por pocos segundos hubiera chocado con los vagones que descarrilaron", explicó.

El ministro señaló que los investigadores tienen que verificar tanto el tren como la infraestructura fija, y en particular la zona del cambio de agujas, a unos 200 metros de la entrada de la estación de Bretigny sur Orge, donde se produjo el descarrilamiento.

Confirmó, por otra parte, que durante la noche no se han encontrado nuevas víctimas en los vagones que volcaron, y que por tanto las cifras oficiales siguen siendo de seis muertos y 30 heridos, de los cuales ocho están graves.

Esta mañana continuaban los trabajos con grúas para comprobar que ninguna persona había quedado entre los amasijos de hierros en que quedaron convertidos los vagones a partir del tercero, que fueron los que descarrilaron.

Según las primeras conclusiones presentadas anoche por la compañía ferroviaria SNCF, el tren París-Limoges que había salido de la estación de Austerlitz de la capital francesa se salió de las vías en Bretigny sur Orge a las 17:14 locales (15:14 GMT) pero no por una velocidad excesiva, ya que circulaba a 137 kilómetros por hora en un tramo en el que podía hacerlo hasta a 150 kilómetros.

Otro tren había pasado por esa misma vía media hora antes sin que hubiera ninguna indicación de problemas en el punto del cambio de agujas, que había sido objeto de una última revisión el día 4 de julio.

Cuvillier insistió hoy en la transparencia en las tres investigaciones que llevan a cabo paralelamente la justicia, el Ministerio de Transportes y la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF).

Esta mañana seguía interrumpida la línea París-Limoges-Toulouse por la que habitualmente circulan, entre otros, los Talgo de noche que conectan la capital francesa con Madrid y Barcelona.

prv