¡Qué país tan mono!

En Arashiyama los troncos flexibles de bambú crecen y forman senderos que pueden ser visitados de día y de noche. (Foto: ISTOCKPHOTO )
1. PARQUE DE JIGOKUDANI
En Nagano, centro de Japón. Este lugar,
también llamado Valle del Infierno, tiene como atractivo aguas termales de
origen volcánico que brotan de manera natural y alcanzan temperaturas de 100°
C. En invierno, centenares de monos de las nieves se bañan en estas albercas
para mantenerse calientes y relajados.
Los visitantes pueden visitar a los macacos
y observar su comportamiento.
2. MONTE FUJI
Con sus 3 mil 776 metros de altura, es el
pico más alto de Japón. El volcán se localiza en la isla de Honshu. Su cráter
(3 km de diámetro) se puede recorrer en julio y agosto, temporada abierta para
practicar alpinismo. Hay excursiones en bote, en teleférico y a pie para
acercarse a sus faldas, la más larga es de dos días para contemplar el
amanecer. Es Patrimonio de la Humanidad.
3. PARQUE NACIONAL SHIRETOKO
En Hokkaido, la segunda isla más grande del
país nipón. Es un paraíso de acantilados, cascadas y bosques vírgenes
declarados Patrimonio de la Humanidad. La región de los cinco lagos, únicamente
accesible en bote, es su principal atractivo, así como las cascadas Kamuiwakka,
de aguas termales que brotan en medio del Monte Lou. Shiretoko es un refugio de
osos y lobos.
4. ISLAS OGASAWARA
Por su riqueza natural son llamadas "Las
Galápagos de Oriente". De las 30 islas
que forman el archipiélago sólo dos se encuentran habitadas, Chichi y Haha.
Tiene acantilados de 50 hasta 100 metros de altura. Se puede practicar
esnórquel entre sus bancos de corales y avistar aves, además de encontrar el
murciélago zorro volador, considerado especie en peligro de extinción. Se hace
senderismo entre campos de lava almohadilla. Se localizan a un día de
navegación desde Tokio.
5. BOSQUE DE BAMBÚ
En Arashiyama, a
pocos kilómetros de Kioto, los troncos flexibles de 50 especies de bambúes crecen más de 20 metros y crean senderos que
pueden ser visitados de día y de noche, ya que el bosque tiene un sistema de
iluminación. El sonido que producen troncos y hojas al moverse con el viento
fue declarado por el gobierno japonés como "100 sonidos a preservar". La mejor
temporada para visitarlo es otoño, cuando el color verde es más intenso.
Foto: Archivo El Universal
Foto: ISTOCKPHOTO
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