Luchadores viven en la incertidumbre: 'Hijo del Santo'
PÉSIMAS CONDICIONES La situación que viven los luchadores no les permite estabilidad. (Foto: Juan Boites )
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A los
salarios castigados que los luchadores mexicanos reciben por sus actuaciones se
debe sumar la falta de seguridad social. Consultado por EL UNIVERSAL, ‘El Hijo
del Santo’ sostuvo que son pocos los compañeros que cuentan con algún seguro de
gastos médicos, ya que los costos que deben desembolsar, sobrepasan lo que
obtienen por función.
“Te puedo
decir que somos muy, pero muy pocos los que podemos comprar un seguro de gastos
médicos. La verdad es que las compañías y los promotores no dan ninguna
protección a los luchadores. Es una pena, ya que la lucha libre es un
espectáculo con muchos riesgos”, sostuvo el ‘Enmascarado de Plata’.
Para el
Santo, quien se encuentra alejado indefinidamente de los encordados debido a
una lesión en el cuello,
los culpables de las condiciones en la que trabajan los gladiadores son los
empresarios, que en su afán por
conseguir mayores ganancias económicas, escatiman en gastos médicos y salarios.
“No se
paga lo que se le debe pagar a un luchador; los promotores ‘pichicatean’ en
todos los aspectos y por ahorrar dejan desprotegidos varios puntos que son
importantes, como el cuerpo médico que debe actuar en una función o los propios
salarios”, dijo.
El
emblemático gladiador sostuvo que en la gran mayoría de las empresas cuando un luchador
levanta la voz en pro de sus derechos, es castigado.
“Las
empresas manipulan a los luchadores. Los muchachos tienen necesidad de ganar un
dinero. Si alguien levanta la voz en la Triple A, pues lo congelan, le quitan
la chamba. Yo levanto la voz y me peleo, pero eso es de cada uno de nosotros”,
aseveró.
“Los
luchadores necesitamos unirnos. Nos falta defender nuestros derechos. Yo me he
peleado con todas las empresas porque yo sí defiendo lo mío. Hay compañeros que
con tal de salir en la tele regalan su trabajo, no se defienden. Mientras esto
siga sucediendo vamos ir de mal en peor. Necesitamos unirnos aunque estemos en
diferentes empresas. Es por el bien de la lucha”, externó ‘El Hijo del Santo’.
Además de
la ambición de los promotores, el ‘Santo’ denuncia que en la actualidad ya no
existe una verdadera autoridad que regule la lucha profesional, pues las
comisiones ahora omiten varios protocolos que, desde su punto de vista, afectan
al deporte.
“Ya no
hay autoridad dentro de la lucha libre, ya no hay comisiones. Tú vas a
Monterrey y ahí lucha cualquiera, ya no piden licencias. Yo he peleado mucho
por eso, vas a plazas y ya no te encuentras a luchadores, sino actores de la
talla de Niurka o Mario Bezares. Ni siquiera tienen licencia”, dijo.
El ‘Hijo
de la Leyenda de Plata’ sostuvo que también existen muchos luchadores hechos al
vapor, que no tienen los conocimientos necesarios para poder desempeñarse
adecuadamente arriba de un cuadrilátero.
“La lucha
siempre la he defendido, siempre he peleado para que los luchadores se preparen
bien. No sólo se trata de brincar, como últimamente han querido hacer creer.
Los luchadores ahora no se cuidan. Las carreras de los luchadores son más
cortas, los nuevos luchadores se están haciendo al vapor, ya no les gusta hacer
llaves y vienen muchas lesiones. Además, las empresas prácticamente los obligan
a luchar con lesiones”, concluyó.
Defienden
sus empresas
En
contraste, en un sondeo realizado por este diario a diversos peleadores del
Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), externaron que, en su caso, cuentan con
apoyo médico cuando se lesionan, así como doctores para asistirlos ante una
eventualidad arriba del ring y de revisiones médicas antes y después de luchar.
“En la
Arena México siempre hay una ambulancia lista en cada función afuera de la
Arena. Aquí tenemos a un médico interno y a un médico externo, así que estamos
cobijados. Ya un accidente en plena lucha, son designios de Dio s”, sostuvo
‘Blue Panther’, quien lleva 37 años bajo este personaje.
Miguel
Fonseca, jefe de prensa de Triple A, también defendió las atenciones médicas
que esta empresa ofrece a sus gladiadores.
“Se le
apoya a todos los luchadores ante lesiones. La idea de la empresa es que son
parte de una familia. No nada más en lesiones, sino una manera de trabajar.
Aquí lo vemos como lo que son, lo más importante para nosotros”, explicó
Fonseca.
Hay
opciones
Aunque la
mayoría de los luchadores denuncia que no hay compañías aseguradoras que les
proporcionen servicios, al considerar su profesión de alto riesgo, la empresa Thona
Seguros enfatiza
que ellos
brindan protección a cualquier persona, independientemente de la actividad a la
que se dedique.
De tal
forma que en la actualidad tienen cubiertos a toreros, novilleros y pilotos de
automovilismo y motociclismo.
“Nosotros
nos ajustamos a los requerimientosde cada cliente. Aseguramos sin importar su
actividad, ni su edad. No excluimos a nadie”,declaró Erika Carrasco, ejecutiva
comercial de Thona Seguros.
En una
cotización hecha para un luchador de 40 años de edad que sube al cuadrilátero
tres veces por semana, el monto que debería pagar es de 4 mil 279 pesos al año
para estar protegido por cada 100 mil de protección, sin incluir accidentes en
entrenamientos ni en los trayectos al trabajo.
Una cloaca
El réferi
Reyes Landa Cruz, mejor conocido como el ‘Tirante s’, es una de las voces que
advierte de las irregularidades que presenta la lucha libre mexicana y señala a
todos los involucrados como culpables.
“Si
empiezo a señalar, voy a destapar una cloaca enorme porque todos somos
culpables. Ustedes los medios, porque hay luchadores improvisados en tantas
arenas que porque son primos de un reportero lo proyectan como si fuera la gran
estrella. Porque hay réferis que son primos del empresario y ya suben. El
réferi debe ser siempre una autoridad como tal. Los médicos deben de tener
preparación exacta, con los instrumentos y lo que necesitan.
Los
promotores deben de ser responsables y cuidadosos. Por eso las marcas se
conservan, porque han tenido cuidado de todo este tipo de circunstancias”,
apuntó el ‘Tirantes’.
Reyes
Landa no quiso hacer señalamientos específicos en el caso del reciente
fallecimiento del ‘Hijo del Perro’ Aguayo, quien perdió la vida el sábado en
Tijuana debido a una lesión cervical que sufrió en pleno accionar sobre el
ring. No obstante, se animó a compartir sus reflexiones.
“¿De qué
serviría hacer señalamientos?... ¿De qué? ¿Regresaría yo al ‘Perro’? ¿Haría yo
feliz a su padre o a su madre? Los que se dediquen a investigar, que
investiguen. Los que tengan que castigar, que castiguen. Aunque aquí los
culpables resultan premiados y los inocentes culpables. Si hay culpables, que
las instancias los encuentren.
Si no los
hay, que no señalen a inocentes”, pidió el célebre réferi. La ‘Vaquerita’, luchadora del CMLL, fue
más enérgica con lo que sucedió con su compañero de profesión.
La
enmascarada acusó que no todas las arenas de México cuentan con las medidas de
seguridad para
ejercer su profesión.
“Lamentablemente,
hay muchísimas fallas en las arenas. En algunos lugares no hay asistencias
médicas adecuadas. ¿Cómo es posible que no hubiera una camilla disponible para
él, que no hayan detenido la lucha? La incapacidad del réferi. Él debe de estar
consciente, viendo toda la situación.
“Para
nosotros que estamos arriesgando la vida, un minuto que se tarden las
asistencias es fundamental. Lamentablemente se nos adelantó el ‘Perrito’y es
muy complicado. La mayoría de nuestros compañeros aún no podemos creer la
situación”, comentó.
Riesgo al
alza
El médico
Mario García Orozco, con 18 de experiencia en la lucha libre, sostuvo que la
velocidad y las acrobacias que en los últimos años ha adquirido el deporte, sí
ha vuelto más riesgosa la actividad dentro de los cuadriláteros.
“La gente
siempre quiere algo más, se aburren de lo mismo y ese ‘más’ahora son los lances.
Cuando la lucha evoluciona, las lesiones también”, comentó el doctor.
Sostiene
que, con mayor acrobacia, las carreras de los luchadores pueden ser más cortas
al presentarse lesiones que van de la mano con la evolución del deporte, pero
argumenta que antaño también existieron personajes que tuvieron corta duración.
“En
décadas pasadas también varios luchadores tuvieron carreras de dos o tres años,
pero en teoría sí porque acabo de ver al ‘Rayo de Jalisco’, al ‘Satánico’, con
los que concuerdo que las carreras de los
nuevos luchadores por sus acrobacias será más corta”, opinó.
García
Orozco subrayó que las herramientas mínimas con las que debe contar el cuerpo
médico en un recinto donde se lleva a cabo una función son una ambulancia, un
médico, no necesariamente un
ortopedista o neurocirujano, pero sí alguien con la capacidad de atender una
emergencia.
Desigualdad
de género
Rossy
Moreno se ha enfundado en la lucha por la igualdad de salarios y trato para el
género femenil del pancracio. Admite que aún hay una brecha enorme por detener.
“En la
lucha en México existe mucho machismo por parte de las empresas, de los promotores
que no nos ven igual a los hombres. Nuestro sueldo es mucho más bajo y nos dan
el argumento de que no llenamos arenas, de que no metemos el público que los
hombres logran. Pero yo estoy segura que una
lucha mía
de cabellera por lo menos logra la mitad de la Arena México”, aseguró la
gladiadora.
Una de la
acciones que ha llevado fue la creación de una fundación, junto a ‘Laddy
Apache’, que ayude a los luchadores desprotegidos, sin importar su género, a
contar con recursos para que un día puedan apoyar en plenitud con asistencia
médica y seguros.
“Desde
que yo debuté, hace 37 años, el único cambio en el trato hacia nosotras ha sido
en el reconocimiento por parte de nuestros compañeros luchadores, que nos ven
igual que a ellos, pues saben que también nos jugamos la vida”, apuntó.
Es adictivo
La vida dentro
de los encordados genera una adicción por luchar para los gladiadores. La
aventura dentro del pancracio nacional que comenzó para ellos como una forma de
ganarse la vida y buscar la fama, termina convirtiéndose en una necesidad.
“Si yo me
retiro me muero, no me veo haciendo otra cosa que no sea luchar”, dijo
categóricamente ‘Atlantis’.
En ese
mismo tenor, ‘Negro’ Casas admite que estar en los enlonados le inyecta vida,
sin importar el riesgo que se corre por seguir en esta actividad.
“Cada que
me subo al ring, rejuvenezco. Tal vez la lucha libre no me da para vivir, pero
me da vida. Eso es lo que hago. Yo creo que eso es lo que me mantiene. Cuando
estoy arriba del ring se me olvida mi edad, todo.”