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El Real Madrid se dio hoy un festín de goles ante el Cruz Azul mexicano al vencer por 4-0 en las semifinales del Mundial de Clubes de fútbol y quedar a un paso de coronar el 2014 con uno de los pocos títulos que le faltan en su historial.

El campeón de Europa cumplió con el guión en el Gran Stade de Marrakech y el sábado se medirá en el mismo escenario al ganador del duelo de mañana entre San Lorenzo de Almagro y el Auckland australiano.

La de hoy fue la vigésimo primer victoria consecutiva del Real Madrid, que amenaza con romper todos los récords. Con goles de Sergio Ramos (15') , Karim Benzema (36') , Gareth Bale (50') e Isco (72') , los españoles se clasificaron a una nueva final a costa de un Cruz Azul que perdonó en la primera parte al fallar varias ocasiones claras, incluido un penal.

En una fría noche en la capital turística de Marruecos, el conjunto blanco manejó el partido a su antojo. En la grada también ganaba, con casi toda la tribuna coreando el nombre de sus estrellas y entonando "olés" en unas posesiones por momentos interminables.

El Real Madrid, que prácticamente llenó el estadio pese a que el choque cambió a última hora de sede por el mal estado del césped de Rabat, inició el partido al galope.

Cristiano Ronaldo con un tiro desde dentro del área en el 3', de nuevo el portugués en el 11' y segundos después Benzema con un palo dibujaron un encuentro de una sola dirección.

Ramos, el héroe de la décima Copa de Europa, se encargó de encaminar el partido para los blancos con un testarazo tras un centro de Kroos. El español remató libre de marca por error del defensor Gerardo Flores y aprovechó una pésima salida del arquero José Corona.

El Cruz Azul pareció recuperarse del golpe con varias internadas de Joao Rojas, el mejor de los mexicanos, por la banda derecha. El atacante probó a Casillas con un centro raso y después desaprovechó una contra en la que los mexicanos eran mayoría. Y justo después llegó el gol de Benzema tras una jugada de Dani Carvajal por la banda derecha.

La historia podría haber sido bien diferente si Gerardo Torrado hubiera convertido un penal de Ramos sobre Pavone en el 39'. Iker Casillas adivinó la dirección y el público enloqueció.

Instantes después Pavone se quedó en solitario delante de Casillas, pero no supo qué hacer con la pelota y el arquero atrapó el balón. Fue su minuto de gloria.

Por si el partido no estaba decidido al descanso, una triangulación entre Benzema, Cristiano Ronaldo y Gareth Bale en el 50' terminó con un gol del galés que sepultaba las esperanzas del Cruz Azul.

Cristiano Ronaldo intentó una chilena en el 59' y luego golpeó de rabona un centro en el 63'. Buscaba el gol el portugués, pero lo buscaba con espectáculo. En el banquillo del Real Madrid, Fernando Hierro, ayudante de Carlo Ancelotti, se reía. En la grada, la gente aplaudía.

Pablo Barrera, que salió por Pavone, remató al palo con un un tiro desde fuera del área. Pero nada perturbó los ánimos del Real Madrid.

Ancelotti sacó del campo a Ramos con molestias musculares y dio descanso a Kroos y a Isco, que se marchó ovacionado justo después de marcar el cuarto del Real Madrid, un ajustado disparo desde fuera del área que entró pegado al palo.

Poco más hubo después del cuarto gol: el Cruz Azul intentó llegar al área de Casillas para marcar el gol del honor, pero nada pudo hacer ante un rival que fue superior en todas las facetas del juego.

El Real Madrid, campeón de diez Copas de Europa, dos Supercopas de Europa, dos UEFAS y tres Intercontinentales en el plano internacional, jugará el sábado por uno de los pocos trofeos que faltan en sus vitrinas. Y llega lanzado.

 cjem