Quiere ser el nuevo Oswaldo Sánchez en Chivas
QUIERE HACER HISTORIA. Antonio Rodríguez muestra gran madurez a sus 21 años.. (Foto: Francisco Rodríguez )
@Univ_Deportes
Una prueba clara de que es rojiblanco de cuna: sonríe cada vez que observa el escudo del Guadalajara. A los 21 años, Antonio Rodríguez es dueño del arco de Chivas. La juventud no juega en su contra. Posee la sabia virtud de conectar la boca con el cerebro antes de hablar. Por eso, sus palabras van cargadas de una inusual madurez en futbolistas de su edad.
"Toño" abandona el campo número dos, en Verde Valle, después de posar para la cámara. "Lo que pasa en la cancha, ahí se queda. Afuera, todos somos iguales. Valemos lo mismo", dice durante la plática, mientras avanza rumbo a la pequeña tribuna a un costado del césped, donde toma asiento para atender la entrevista con EL UNIVERSAL.
Tiene un proceso de formación envidiable: con la Selección Mexicana disputó Mundial Sub-17 y Sub-20, además de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. El 5 de abril, cumplirá apenas un año de su debut en Primera División. En menos de 12 meses, se quedó con el puesto que pertenecía a Luis Ernesto Michel.
Del pasado toma lo mejor. El presente es suyo. El futuro lo imagina con su nombre marcando época para el Rebaño Sagrado y, por qué no, alcanzando el grado de "Santo" que tuvo el más grande de sus ídolos: Oswaldo Sánchez. "Toño" Rodríguez pretende hacer historia.
- Apenas vas a cumplir un año de tu debut en Primera División, ¿te imaginabas tan pronto ser dueño de un arco tan pesado en cuanto a responsabilidad?
- Yo digo que es el arco más pesado del país porque sin duda es el que más gente tiene, el de más exigencia y cualquier detalle es más grande, pero creo que ha sido un año de contrastes, ha sido un año muy significativo para mí en el que he pasado de las peores penas a las más grandes glorias. En junio, estaba llorando en la cancha porque era tercer portero y ni siquiera entrenaba con el primer equipo. Terminé ese mismo torneo jugando con el profesor Juan Carlos Ortega y ahora el profesor José Luis Real me da la oportunidad de ser titular. Ha sido un año increíble para mí, de contrastes grandísimos y sin duda he madurado de una manera espectacular, sobre todo por los pasos que he dado, al valorar lo que es estar afuera, estar en la banca y estar adentro. Eso ha sido clave.
- Debutas cuando Luis Michel no estaba disponible, pero después te dan la oportunidad por encima de él, ¿qué sentiste al recibir esa confianza?
- Es algo que no te quedan palabras porque ni en tus más grandes sueños te podías imaginar que a mis 21 años sentaran para darme el lugar a alguien con tanta trayectoria, con tantos partidos seguidos jugando. La última vez que yo vi a Michel en la banca, con total salud, yo creo que tengo que remitirme hasta Oswaldo Sánchez. Fue algo especial, algo que la verdad me marcó de por vida y digo Dios ha sido muy grande conmigo. Lo valoré como no tienes idea. Siempre he tenido una buena relación con Luis y la verdad Dios ha sido muy grande conmigo. Lo estoy valorando y lo estoy disfrutando muchísimo.
- No es común que a los 21 años seas dueño de un puesto tan importante. Por aquí ha pasado gente de mucho peso, como Oswaldo Sánchez, Luis Michel, "Zully" Ledesma, "Tubo Gómez, "Nacho" Calderón, ¿a tan corta edad, con qué sueñas?
- Con ser recordado como esos nombres que llegaste a mencionar. Tenemos casos muy bonitos en esta portería, porque es un arco que marca épocas. Está la época del "Tubo" Gómez, la de "Nacho", la del "Zully", Oswaldo, Michel... esta portería se identifica mucho por eso, porque cuando llega un portero, es muy longevo. Yo que puedo empezar desde los 21 años, espero en Dios terminar mi carrera después de los 40 o 41, pues hay por delante muchas cosas por hacer, por lograr y sin duda, lo que más deseo son campeonatos en esta institución, tener ese tipo de alegrías, ver siempre los estadios llenos, ser recordado por una época en la portería. Sé que eso es muy difícil conseguirlo, pero el sueño quién me lo quita, el techo me lo pongo yo. Para mí sería eso algo increíble, ser recordado como un portero de época en Chivas.
- ¿Quiénes eran tus modelos de imitación?
- Desde luego para mí, porque siempre fui chiva, Oswaldo. Para mí marcó algo muy grande porque yo estaba en la época de "San Oswaldo". Un portero como él no recuerdo haberlo visto, con ese nivel, con ese poder mediático, ese imán con los aficionados, te envolvía. Él siempre me ha marcado algo muy especial, sobre todo porque defendió los colores de Chivas y lo hacía con todo el corazón. Me gusta mucho la manera en que ha llevado su carrera y para mí fue una bendición increíble iniciar mi primera campaña como titular de Chivas enfrente de él.
- Lo acabas de mencionar, lo conociste desde afuera del campo como "San Oswaldo", ¿te imaginas que algún día la afición pueda referirse a ti como "San Antonio"?
- Me encantaría, la verdad es que sería algo padrísimo. Sin duda, uno tiene sueños y ese es uno de ellos, pero bueno, que la gente se vaya con un recuerdo grato mío, que vea en mí a un buen portero, que lucha y que trabaja. Que me pongan el apodo que ellos quieran, pero sin duda que en la mente y en la memoria de todo aficionado chiva esté que tienen en "Toño" Rodríguez a un gran portero.
Su primer Clásico
Es chiva desde la infancia. Por eso, define la oportunidad de ser portero titular en el equipo de sus amores como una "bendición" divina. Antonio Rodríguez es un tipo creyente. Dios es mencionado frecuentemente en sus declaraciones. Valora el momento que vive. Sabe que el futbol ha sido generoso en corto tiempo y este sábado le dará una alegría más, al disputar su primer Clásico Tapatío, a las 21:00 horas en el Estadio Jalisco.
- Lo viviste desde niño, ¿qué sentimiento hay de un chiva de cuna hacia el Atlas?
- Siempre hay una riña y un coraje muy grande, una rivalidad muy fuerte. Hasta para vestirte, te pones color rojo y negro y te sientes raro. Para mí, ver el escudo del Atlas siempre significa el tener enfrente al rival odiado, el rival que siempre quieres ganarle, con el que tienes más competencia, al que nunca puedes dejar que se te ponga arriba. Siempre ha sido de esa manera, para mí los Clásicos Tapatíos significan esa gran rivalidad y el intentar triunfar, porque ganas y la carrilla se te vuelve a favor por buen rato.
- Atlas dice que es favorito, ¿tú crees que Chivas llega en mejores condiciones?
- Algo importante en los Clásicos no es tanto el cómo llegues, porque sabemos que a la hora del partido, puede ser el primer lugar general contra el último y va ser un partido muy reñido, disputado, porque los Clásicos así lo han marcado en toda la historia. A nosotros nos gusta hablar en la cancha, nos gusta demostrar ahí adentro y queremos hablar en la cancha, con hechos. Desde luego tenemos que salir con hambre, con más ambición que ellos, con más deseos de ganar y esa es la única formulita para conseguir el triunfo.
- ¿Estos partidos se ganan solo con futbol, o también cuentan esas dos cosas que Hugo Sánchez llama "par de narices"?
- Yo creo que viene todo de la mano, sin duda ese par de cosas importan, además de un gran corazón, una gran mente y dar todo de ti porque en el futbol actual, es cierto, está la técnica, pero también está el correr, ser intensos y la agresividad. Este tipo de partidos se gana con corazón, hambre y mucho deseo.
- ¿Qué pronóstico haces para tu primer Clásico Tapatío?
- Bueno, sueño con el marcador que sea siempre victoria. Mi marcador favorito es el 1-0 porque significa que no me meten gol, entonces para mí eso es lo más importante, pero te firmo el marcador con victoria que sea, te lo firmo a ojos cerrados. Algún pronóstico la verdad es que yo me reservo, prefiero que el marcador por sí solo hable, que nosotros lo ganemos dentro de la cancha. En el futbol no se puede predecir nada, son 90 minutos en los que puede pasar cualquier cosa. Esperemos que en estos 90 minutos, Chivas sea superior.
mcs