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Hugo Sánchez Portugal nació en Madrid, España hace 30 años, cuando su padre, el famoso ‘Pentapichichi’ estaba en su esplendor como futbolista.

Creció con el brillo del su progenitor y decidió seguir sus pasos en el mundo del balompié. Fue un delantero, que posteriormente se transformó en defensa central.

Forjado en las Fuerzas Básicas de los Pumas, obtuvo la oportunidad de debutar en la Primera División en 2004. En un partido ante Monterrey, sustituyó a Francisco Fonseca al minuto 89. Jugó apenas un minuto, pero le sirvió para foguearse en un cuadro que aspiraba a grandes cosas.

Militó en aquel recordado equipo de Universidad que se consagró como el primer bicampeón en la historia de los torneos cortos. Junto a Hugo Sánchez Márquez, su papá y técnico, conquistaron otros trofeos relevantes como el Campeón de Campeones y el Santiago Bernabéu.

Pero su carrera como futbolista no tuvo continuidad.

Apenas participó 272 minutos en cinco encuentros, donde no metió gol, ni vio amonestaciones o expulsiones. Sánchez Portgual dejó a los felinos auriazules, después del Clausura 2005 y decidió emigrar a los Potros de Hierro del Atlante en 2006. Su despunte no llegó y optó por un retiro prematuro.

Tras alejarse de las canchas, tomó los micrófonos. Participó como comentarista de Televisa Deportes. Tuvo pasajes como modelo y actor.

Actualmente se desempeñaba como Director de Cultura Física y Deporte en la delegación Miguel Hidalgo.

Calvario de Hugo. Siempre que llegaba a la ciudad de México, proveniente de España o de cualquier otra parte del mundo, Hugo Sánchez siempre decía “vengo a recargar pilas”, seguramente, en esta ocasión, no quería llegar y la pila no se cargaría con nada.

Hugo llegó al DF, desde San Diego, alrededor de las 17:30 horas, vestía traje negro y portaba unos lentes oscuros. Llegó acompañado de su esposa Isabel y sus dos pequeñas hijas. Ya lo esperaban sus asistentes.

Recibió abrazos, información al respecto de lo que sucedió y caminó por los largos pasillos del aeropuerto. No aceptó preguntas, sus ayudantes trataban de evitar que le tomaran foto. Hugo, serio, entero llegó al estacionamiento donde se despidió de su mujer, quien le dio un fuerte abrazo. De sus hijas recibió un fuerte beso y partió a encontrarse con Huguito.

El cuerpo de Hugo Sánchez Portugal ya se encontraba en el anfiteatro de la Delegación Miguel Hidalgo. Ahí, Hugo comenzó a realizar todos los trámites para reclamar el cadáver.

Hubo quienes denotaban tristeza y derramaban lágrimas por su pérdida. Hugo permanecía estoico.

El momento dramático llegó cuando apareció, Hemma, la hermana de Huguito. Quiso ser fuerte, pero al entrar al edificio, se soltó a llorar y dijo “¡mi hermano, mi hermano!”.

Apoyada en su pareja, caminó hacia donde estaba su padre. Hugo no apareció más, no quiso dar declaraciones o emitir comunicados. Sólo quería estar con el pequeño Huguito, aquel que soñaba emular las hazañas de su padre, y cuyo cuerpo sin vida era trasladado hacia la Semefo.