futbol@eluniversal.com.mx

La derrota de México a manos de Holanda caerá como auténtico balde de agua helada. Un drástico despertar entre una sociedad adormecida por la droga del futbol, obnubilada al extremo de ignorar —a partir del Mundial— su entorno social y político, a decir del sociólogo José Miguel Candia.

“Los deportes profesionales que tienen mucha difusión y arraigo son un distractor muy fuerte”, observa el profesor en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. “Hace dos días detuvieron al doctor [José Manuel] Mireles en Michoacán, una persona vinculada a los grupos de autodefensa, con una propuesta de protección a las comunidades michoacanas, hubo una jugada política que es bastante turbia y lo detienen”.

Ejecutada la maniobra en pleno certamen balompédico, “la noticia se diluyó” y peor aún “se están discutiendo en la Cámara de Diputados temas de reforma energética y comunicaciones que son muy serios y se vienen diluyendo detrás de esto”, reprocha el especialista.

“Si vemos por este lado las cosas decimos bueno, desde el momento en que la Selección no pasa a cuartos es posible que la clase política tenga que cambiar de estrategia, porque ya no va a tener la gran pantalla del Mundial”, explica Candia. “No quiere decir por esto que no nos hubiese gustado que ganara la Selección, pero desgraciadamente hay usos políticos de los fenómenos de masas, sobre todo de las instancias mediáticas, como son los deportes profesionales que tienen coberturas televisivas tan abrumadoras como un Mundial de futbol”.

Candia cree que nuestra clase política ahora tendrá que buscar otra forma para solapar ese tipo de cosas. Y el despertar social, en una buena medida, “es una bofetada que recibimos todos y que nos obliga a voltear a ver qué se discute en el congreso”.

Lo de ahora, añade, “es un cubetazo de agua”. De pronto “vamos a voltear, ya no, a la página del Mundial en los periódicos, sino a la política y nos vamos a dar cuenta de qué se está discutiendo en las Cámaras”. Entonces “es como un llamado a la realidad, volvemos a ser ciudadanos de tiempo completo”.

Por otra parte, analiza Candia, “lo de hoy confirma lo peor del pesimismo, que a veces nos gana cuando no logramos algo, este tema de quedarse en la orilla, pero cuando se llega a esta instancia y están los cuartos tan al alcance de la mano, el sentimiento de frustración y de confirmación de que no podemos, de que siempre falta cinco para el peso, se potencia, se fortalece”, lamenta.

“Cuando ocurren adversidades de este tipo, nos pone de malas y es cierto que se confirma en el sentido común este tema del ‘ya merito’. No podemos, la eterna sociedad de misiones inconclusas, siempre falta un poquito. Como el arraigo del futbol es muy fuerte en México y la pasión que despertó esta selección era muy grande, el contratiempo de hoy, la derrota frente a Holanda, tiende a potenciar ese tipo de cosas”, amplía el sociólogo.

A parte de todo al asunto se agrega el sexto fracaso consecutivo en Copas del Mundo, curiosamente en la misma ronda. “Hay una combinación del número, de seis, seis. Sabes que 66 está asociado a cosas horribles. Quienes practican esoterismo saben bien de esto. Es cierto. Pero desgraciadamente coincido que reafirma en la opinión pública, en nosotros, en quienes somos aficionados y queríamos que la selección pasara a cuartos, cierto fatalismo. Eso de que ‘jugamos como nunca y perdimos como siempre’, confirma lugares comunes negativos”, redondea Candia.