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Atraviesa por una situación complicada, pero mantiene la ecuanimidad. Demuestra la madurez que le han dado los años. Su larga trayectoria no le permite perder la cordura. Rafael Márquez Lugo vive su propio Clásico. Esta vez, alejado de los reflectores. Desde la banca, la emoción no es la misma. Y reconocerlo no le cuesta trabajo.

El héroe de otras batallas ha sido relegado a un puesto de suplente. Su primer Clásico Nacional, en el Estadio Azteca, terminó con victoria de 3-1 para Chivas, bajo el mando del holandés John Van't Schip. Aquella tarde, el 7 del Rebaño marcó en dos ocasiones, aunque uno de esos tantos se registró como autogol. La afición lo aclamaba. Hoy, su papel es discreto.

"No, te mentiría, no se vive igual la antesala a este partido. Esta semana previa no se vive igual, no se siente ese nerviosismo y ansiedad a tope, pero parte del profesionalismo de nosotros, pese a no estar contemplado para estar de inicio, es estar concentrado porque cualquier cosa puede pasar", explica Márquez Lugo.

Es diferente el diálogo que sostiene con EL UNIVERSAL en relación al de otras ocasiones. La banca cambia a cualquier. En el esquema del técnico José Luis Real, nunca se ha podido sentir cómodo. Por eso, Rafael Márquez Lugo está ahora condenado a esperar una oportunidad. Que ocurra cualquier eventualidad para tener minutos. Y entonces sí, responder frente al América.

"Existen lesiones, existen expulsiones, existen muchos imprevistos que te dictan que en cualquier momento puedes ser requerido. Entonces, aunque no sientas esa ansiedad, porque sabes que no vas a estar presente de inicio, no puedes darte el lujo de regalar tantita concentración", detalla.

"El enfoque lo debes tener bien claro, al menos en mi caso así me mantengo, pensando que desde que pite el árbitro puede pasar cualquier cosa. A lo mejor desde el minuto dos puedo ser requerido o a lo mejor no, pero yo no puedo perder ese enfoque ni me puedo relajar pensando que no voy a jugar. Eso sería un gravísimo error de mi parte", sentencia el atacante rojiblanco.

Durante tres torneos como titular indiscutible, Rafael Márquez Lugo se convirtió en el líder del ataque rojiblanco. Con 21 tantos en esas campañas, se ganó el respeto de la afición del Rebaño. Hoy, está condenado a ver el arranque del Clásico Nacional desde la banca. Con José Luis Real, parece que eso no cambiará.

mcs