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Se trata del nuevo héroe de la Selección Mexicana, el chico que emergió de la banca para salvar a un barco que parecía hundirse irremediablemente.

Raúl Jiménez toma con calma su nuevo rol, el del futbolista que acapara reflectores gracias al inolvidable gol que marcó la noche del viernes, en el Estadio Azteca, frente a Panamá.

Sabe que compite con jugadores de renombre, como Javier Hernández, Oribe Peralta y Aldo de Nigris, pero el delantero del América sabe que no es menos que ellos.

"Lo más importante aquí es que la Selección gane y consiga el boleto al Mundial", recuerda. "A todos nos gustaría jugar siempre, pero el único que decide quiénes lo hacen es el entrenador (Víctor Manuel Vucetich) y uno aporta lo que le toca".

Lo de él fue mucho e imborrable: fantástica chilena que desató la locura en el "Coloso de Santa Úrsula".

"Me sentía solo dentro del área, me pusieron ahí (el balón)... Se me elevó un poco y fue cuando elegí tirarme la chilena, no esperar más", relata Jiménez, quien suma tres anotaciones con el Tricolor. "Me quedó muy alto el control, pero hay que sacar recursos para definir más rápido".

Millones de mexicanos celebraron la dramática anotación. Ninguno como el "Chicharito", quien 25 minutos antes falló un penalti que pudo marcar diferencia.

Eso explica que el atacante del Manchester United fuera el primero en felicitar a Jiménez, quien le salvó de la crítica.

"Él se sentía culpable, por así llamarlo, ya que falló el penalti", relata el chico. "Pudo haber influido eso mucho, así es que me agradeció por ese gol".

mcs