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Chivas ha tocado fondo. El relevo de Juan Carlos Ortega ha fracasado. El equipo acumula, bajo su mando, 10 partidos sin conocer la victoria. Sin embargo, el estratega se aferra al puesto. No renunciará. Mantiene la fe en que puede enderezar la nave.

"En este club tenemos un buen tiempo. No vamos a hacer otra cosa que no sea continuar para revertir. Sabemos que quedan dos partidos y hay que trabajarlos bien porque el compromiso es grande el próximo torneo", explica.

Intenta argumentar su continuidad. "Porque es un proyecto que se platicó de inicio. Sabemos cómo lo estamos construyendo y lo que estamos haciendo internamente. Lo que no ha cambiado es que seguimos perdiendo, lo que sí ha cambiado es que el equipo juega de distinta manera, con una idea más clara, pero no hemos ganado", sostiene.

Lo embarga, eso sí, la pesadumbre de una nueva derrota que tiene a Chivas en el fondo de la clasificación, junto al Atlante. "Es indudable que el haber tenido este resultado en nuestra casa nos deja tristes y más por las circunstancias. Buscamos sumar por lo que nos espera el próximo torneo y no puedo estar de otra manera que triste en este momento. No tengo otra sensación", señala.

Y en plena crisis, mantiene el respaldo al grado paternalista para cada uno de sus futbolistas. Los errores en la cancha son evidentes, pero se niega a tocarlos. "Mira, tanto así como medidas (contra ellos) no, porque no es un tema que lo estén haciendo a propósito", asevera.

Aunque enseguida deja entrever que sí podría haber modificaciones. "Pero sí debemos valorar y tendríamos que buscar decisiones para encontrar nuestro mejor 11 en estas últimas dos jornadas. Esto tendrá que ser bien valorado porque es indudable que en este momento con lo que hemos presentado no hemos logrado el resultado. Tendremos que buscar alternativas que nos permitan darle esa certeza al equipo y a la institución", concluye Juan Carlos Ortega.

mcs