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Llueve desde la noche previa. Pertinaz, la llovizna se suma durante toda el día de hoy entre los múltiples ingredientes que rodearán el partido de esta noche entre Costa Rica y México, último del hexagonal, para que México busque, al menos, mantenerse con vida, entre alfileres, camino al Mundial de Brasil 2014.

La reventa, sin ningún obstáculo de por medio, aquí hace de las suyas. Los precios, que ayer oscilaban entre 80 y 100 dólares, ya de por sí caros, hoy se disparan aún más: 150 y 200 dólares, especialmente destinados para los mexicanos que visitan el estadio Nacional.

En los alrededores del inmueble, aún con la lluvia, forran las entradas con plástico y las muestran para su venta: "Están las plateas, que valen 150 y 200 dólares, esta es la mejor localidad. Ayer estaban a 100, pero no tenemos papel, entonces ahí va...", justifica uno de ellos, corra roja y un curita en el rostro.

"Ya son los únicos que tenemos, pero son los más caros. Ustedes no se van a meter a zona de sol", explica, dando a entender que no les va a ir bien entre la multitud roja. "Aquí ya no hay boletos desde hace meses. Todos se agotaron con anterioridad. Tengo esta localidad, vale 200, esta es de 150 dólares, que son de sombra", dice y muestra paciente, sin esconder nada.

Luego, se pone su papel de aficionado: Lógico, le voy a Costa Rica. Un 2-0 no estaría mal", anticipa. "No es que nosotros los vayamos a sacar, sino que ustedes no calificaron porque no se pusieron las pilas, por eso fue. Los goles serán de Cambell y Bryan Ruiz", completa su pronóstico.

mcs