“No van al mundial”, era el coro de los costarricenses en el Aeropuerto Juan Santamaría mientras la selección de México abordaba el bus que lo llevaría al hotel.

Este fue uno de los síntomas de que el partido ante el Tri se calentó, de modo tal que Jorge Luis Pinto y Joel Campbell tomaron la palabra en estos días para “contestarle” a los mexicanos sus apreciaciones..., algunas de ellas que tienen que ver con la peligrosa insinuación de un posible arreglo de partidos.

La afición costarricense, como ante Estados Unidos, el pasado 6 de setiembre, pide una cabeza en bandeja de plata: esta vez es la del Tri , al que desea ver fuera del Campeonato Mundial de Brasil 2014.

Ese tradicional dominador de las eliminatorias y usual participante en las Copas del Mundo, siempre a costas de las aspiraciones de los centroamericanos.

Hoy, cuando la selección verde anda con el ábaco en la mano, y ciertos comentaristas parece que no se dan cuenta de su situación, y se reiteran en su menosprecio, la gente siente que se abre una puerta al ajuste de cuentas futbolero.

La gente, sí; porque los jugadores ticos no mencionan y se mantienen en su discurso de que solo quieren salir con los tres puntos, que si eso conlleva otra situación, como que México se quede fuera del baile, pues ni modo.

Asunto viejo. Desde el inicio de la eliminatoria, las cadenas de televisión mexicanas se llenaron con mensajes de menosprecio para los equipos de Costa Rica y, en general, para toda Centroamérica.

No es necesario decir nombres de periodistas, pero cuando se oye decir que su selección es superior (la mexicana) y que vencerá “caminando” se hiere el orgullo.

Eso lo resiente el aficionado de a pie, el de la gradería

Por eso se entiende el que Joel Campbell mandara a México a..., ubicarse.

“México debe aprender a respetar a los demás. Dejar de vernos por encima del hombro. Hay que ser humildes. Por eso están sufriendo y por eso van a tener que sufrir acá”, sostuvo el joven atacante del Olympiacos, quien realizó una segunda finta verbal yu esta vez la mandó al ángulo: “A veces se creen España”.

Para decirlo claro: el que fuese “papá” de la Concacaf, hoy depende de tres de “sus hijos” para clasificarse, para no quedar apeado de la cita mundialista.

Eso no sucede desde 1990, cuando un chanchullo con edades en una selección menor los eliminó de la fiesta mundialista.

Con ese antecedente de techo de vidrio, otro periodista de la cadena FoxSports se dejó decir que hubo “gato encerrado” en la caída tica ante Honduras (1-0, el viernes).

Ayer, Jorge Luis Pinto –menos driblador que su pupilo–, tildó a “dos o tres” periodistas de “payasos” y les recordó a esos que su equipo es uno hidalgo. Sí, se calentó el ambiente.