Desde una cerámica de Eduardo Chillida de 1982, que él hizo en su totalidad, hasta un perro de Yayoi Kusama, fechado en 2014, se venden en Zona Maco. La primera se ofrece en la galería Carreras Múgica, de Bilbao, y tiene un costo de 275 mil dólares; y la segunda, de 180 mil, en galería David Zwirner.

Pero todavía son más elevados los precios de dos móviles de Alexander Calder, por uno y dos millones de dólares, y de un Joan Miró que cuesta 875 mil dólares (tres obras que oferta la galería Mayoral, de Barcelona). No se puede decir que son los más elevados de esta edición de Zona Maco porque muchos galeristas no revelan los precios de sus obras y, por ejemplo, no se dieron a conocer los costos de las grandes esculturas y pinturas de Yayoi Kusama que ofertan las galerías David Zwirner y Victoria Miro.

Los visitantes pueden ver estas y otras miles de obras que 120 galerías extranjeras y nacionales exhiben en la mayor feria de arte contemporáneo mexicano. Un evento que, coincidieron algunas galeristas, ha crecido y por eso están aquí. Así lo dijeron por ejemplo, representantes de Paul Kasmin: "Zona Maco es ya una feria bastante internacional y es una gran plataforma"; esta galería neoyorkina apuesta en el DF por las obras de Iván Navarro, de Chile, basadas en luces de neón que han sido muy populares.

Junto a obras de grandes artistas del siglo XX, hay cientos de piezas, instalaciones, fotografías, videos, pinturas, esculturas de factura reciente.

Con el atractivo de exposiciones que se vieron hace poco, que se están presentando o que vendrán, se ven por ejemplo una nueva serie de pequeñas pinturas de Francis Alÿs (en David Zwirner), nuevas pinturas de Carlos Cruz-Díez (RGR + ART de Valencia ofrece una fisicromía suya por 250 mil dólares); piezas de Mathias Goeritz, cuyo centenario se celebra este 2015 y de quien se verá una magna exposición en el Palacio de la Cultura Banamex.

El grafiti envuelve la Galería de Arte Mexicano que celebra 80 años y que esta vez, la ocasión lo amerita, celebra con una apuesta muy diferente, donde un único artista, Stefan Brüggermann, que vive entre Londres y México, hace una propuesta que integra pasado y presente, con obras de los tres grandes muralistas (Siqueiros, Orozco y Rivera), y un que la galería tiene un pasado glorioso, y un presente con un lenguaje diferente, a partir de grafitis.

En tres galerías europeas se venden esculturas y pinturas de Richard Serra; la española NF regresa con las poéticas obras de Chiharu Shiota, artista que representará a Japón en la próxima Bienal de Venecia.

Compradores, coleccionistas, artistas, periodistas, curiosos, fotógrafos, curadores recorrieron el espacio ferial que ha cambiado el orden de algunas de sus secciones. Zona Maco se inauguró con un recorrido por las galerías del área general, encabezado por Zélika García, directora de la feria; María Cristina García Cepeda, directora de Bellas Artes, y Juan Gaitán, director del Museo Tamayo.
En el primer día tuvo lugar el anuncio del premio de adquisición de Axo, que inicia una colección, se trató de una fotografía de Thomas Ruff, en la galería David Zwirner.

rqm