Entérate: Así fue la violenta muerte de Ricardo III
PRUEBA. El cráneo del Ricardo III presenta hasta nueve heridas provocadas por varias armas de la época. (Foto: Archivo )
Los restos del soberano británico Ricardo III recibirán digna sepultura luego de 530 años de ser asesinado en batalla y depositado en una tumba común de cuya superficie se convirtió durante el siglo XX en el estacionamiento de la Universidad de Leicester, en el corazón de Inglaterra.
El ataúd que acogerá los huesos del monarca medieval fue costeada y diseñada por un descendiente que fue pieza clave para la identificación del ADN; sus restos reposarán en la catedral de Leicester después de recibir las exequias que le fueron negadas en 1485 por Enrique Tudor, quien a la postre se convirtió en Enrique VII.
La tumba y la cruz que llevará montada serán de piedra con el nombre y escudo del monarca.
Su féretro recorrerá diversas poblaciones aledañas a Leicester, en las cuales tuvo ingerencia el breve reinado del último sucesor de los York. Sus restos permanecerán expuestos por tres días para que la población acuda a rendirle tributo.
¿Cómo murió?
De acuerdo con relatos del siglo XV, Ricardo tenía 32 años y llevaba dos ostentando la corona cuando se encontraba en una batalla librada en el Bosworth Field, a unos kilómetros al oeste de Leicester, y fue derribado de su caballo; no tuvo más opción que combatir a pie.
Los estudios científicos practicados a sus huesos y publicados en The Lancet, desvelan una muerte violenta. Espadas, lanzas, cuchillos fueron usados para herirlo. Fue abordado por diversos flancos. Ricardo III pudo recibir hasta once heridas, su cráneo tiene rastros de nueve, dos de ellas le pudieron causar la súbita muerte. El combatiente perdió el casco en algún momento de la contienda; estaba vulnerable.
El portal español ABC cita a Guy Rutty, investigador del centro de Leicester, quien declara: "las heridas que causaron con más probabilidad la muerte del rey son dos en la parte inferior del cráneo. Un gran traumatismo producido por un arma afilada, probablemente una espada o una alabarda, y otra herida penetrante, causada por la punta de otro arma".
No obstante de la certeza sobre su deceso, los adversarios le infligieron una herida grave en la pelvis.
La línea monárquica de Ricardo III, la casa de York, fue despojada del trono con su deceso, el 22 de agosto de 1485, y dio paso a la línea real de los Tudor, un reinado sin escrúpulos.
El cadáver fue depositado en una tumba ordinaria. Ahí moró por cinco siglos.
rqm