Exposición deja vislumbrar el pasado tolteca de Tula
ORIGEN. Esta civilización surgió a la caída de Teotihuacan, y se desarrolló del año 650 al 1200 d.C.. (Foto: Archivo )
Una treintena de piezas halladas durante los trabajos de investigación en la Zona Arqueológica de Tula, Hidalgo, son expuestos en "Una mirada al pasado tolteca", que se exhibe en el Museo Fray Bernardino de Sahagún, en el Ex Convento de San Francisco, Tepeapulco.
Un pequeño atlante tolteca-maya que hace mil años servía como columna para sostener altares, sobresale entre las piezas de esta exposición temporal, que da cuenta del devenir de esta cultura, entre los periodos Tolteca Antiguo (650-900 d.C.) y Tolteca Reciente (900-1200 d.C.).
Esculturas, vasijas y artefactos de obsidiana y concha son otros de los objetos descubiertos por investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
De acuerdo con un comunicado, en la muestra, que estará abierta al público hasta el 19 de este mes, se presenta un gráfico para explicar la función de esa pieza (columna antropomorfa que mide poco más de un metro).
"Con los toltecas se produjo un cambio notable en la arquitectura prehispánica. De las edificaciones de masas, de grandes volúmenes de materiales constructivos y con poco aprovechamiento del espacio, como en Teotihuacan y Tikal, se pasó a construcciones en las que se emplea la columna, permitiendo techar espacios mayores, un estilo arquitectónico más práctico, más occidental", detalló el arqueólogo y curador de la muestra Carlos Hernández.
Otras piezas que pueden admirarse son un guerrero coyote plasmado en un vaso tolteca, cuya antigüedad se estima entre 650 y 900 d. C., elaborado con cerámica plumbate, plomiza o de reflejos metálicos.
"Este tipo de recipientes se elaboraban entre las costas de lo que hoy son los territorios de Chiapas y Guatemala, era de uso exclusivo de dignatarios toltecas para beber el chocolate, que también era traído de aquella región del Soconusco", mencionó.
También hay una lápida del periodo Tolteca Reciente (900-1200), que tiene numerales que representan a dos personajes frente a frente, el de la izquierda lleva un cetro con flores y el derecha los numerales dos conejo y dos águila.
"Lo curioso de estas figuras es que tienen una especie de máscaras bucales que recuerdan las figuras del dios Chaac, probablemente relacionadas con las deidades del agua de los mayas", señaló el investigador del Centro INAH-Hidalgo.
Según Hernández, a lo largo de la muestra se explica que el pueblo tolteca era multiétnico, compuesto por toltecas-nonoalcas, toltecas-chichimecas y tolteca-otomíes. Asimismo, se exhiben imágenes de sus principales dioses: Quetzalcóatl, Tezcatlipoca y Huehuetéotl.
Detalla cómo llegaron a controlar zonas del Altiplano Central de México, del Bajío, de la Costa del Golfo, del Pacífico, y de los territorios que hoy ocupan los estados de San Luis Potosí, Zacatecas y Yucatán.
Y explica cómo fue que la influencia tolteca se mezcló en el sur con la cultura maya, y produjo el florecimiento maya-tolteca, que se observa en elementos arquitectónicos, como las columnas.
Esta sociedad militarista surgió a la caída de Teotihuacan, y se desarrolló del año 650 al 1200 d.C. Su economía se basaba en la agricultura intensiva, explotación de yacimientos de obsidiana, elaboración de artesanías, intercambio comercial y la obtención de tributos de los territorios conquistados, recordó.
En el marco de esta muestra, el investigador ofrecerá el próximo 10 de enero la ponencia "Huapalcalco y los orígenes de la cultura tolteca: una hipótesis de trabajo".
rqm