Savater recuerda a los 43 desaparecidos de Ayotzinapa
Pensamiento. Ante la pregunta de una persona que le dijo: "Cómo educar a la sociedad mexicana después del 26 de septiembre", Fernando Savater aseguró que justamente la educación es la lucha contra la fatalidad. . (Foto: Xinhua )
Antes de comenzar a disertar sobre "La ciudadanía en la red y en la nube", el filósofo y escritor español Fernando Savater pidió un minuto de silencio en solidaridad por las familias de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Guerrero y dijo: "estoy hondamente preocupado por los sucesos de la desaparición de los normalistas en Iguala", y señaló que ese minuto de silencio allí en la UNAM, sea una "protesta cívica silenciosa" ante acontecimientos tan duros como los que están sucediendo en el México actual.
Ante la pregunta de una persona que le dijo: "Cómo educar a la sociedad mexicana después del 26 de septiembre", Fernando Savater aseguró que justamente la educación es la lucha contra la fatalidad.
"El mérito de la educación es que nos prepara para luchar contra la fatalidad social, contra esa fatalidad que hace que los hijos de los pobres siempre tengan que ser pobres y los hijos de los ignorantes siempre tengan que ser ignorantes y en los sitios donde hay violencia siempre tenga que seguir habiendo violencia y donde hay donde hay corrupción siempre tenga que seguir habiendo corrupción, la lucha contra todas esas fatalidades pasa por la educación", señaló enfático el autor de Ética para amador.
Durante su conferencia magistral en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario de la UNAM, ante cientos de estudiantes que se dieron cita en una sala que no lució como en otras ocasiones, totalmente llena y con estudiantes que no pudieran entrar como otras veces, Savater dijo que no es probablemente la educación la única herramienta.
"No voy a ser tan idealista de pensar que gracias a la educación se va a resolver todo, primero porque la educación actúa a largo plazo, pero yo estoy seguro que en la solución de cada uno de los problemas siempre hay un componente de educación y por lo tanto cuando ocurren cosas que nos hacen estremecer y poner en duda nuestra confianza en los seres humanos y en las instituciones y en las personas que nos rodean, tenemos que reforzar nuestra confianza en la educación para que eso mejore, para que se transforme, para que de alguna forma revolucionemos. La educación es revolución sin sangre, la revolución de las mentes, de los espíritus y esa revolución es necesaria cuando más sangre y más horrores nos acosan", afirmó.
Dijo que aun cuando esos sucesos nos dejan estremecidos, porque es normal y es la naturaleza humana, que una vez pasados esos estremecimientos, tenemos que volver a dedicarnos con más vigor y con más fuerza a la tarea educativa.
Antes, el filósofo había hablado de la urgencia de la participación ciudadana para impulsar la educación a través de las tecnologías. Se trata de una disertación en la que refrenda su interés en la educación como el mecanismo para crear mejores ciudadanos y naciones.
sc