Religión y política lograron cohesión en Cuba
CREENCIAS. Durante el ciclo "Religiones y religiosidad en Cuba" se abordó la permisión de las prácticas religiosas en la isla y la proliferación de éstas a raíz de la reforma constitucional. (Foto: Archivo )
En Cuba, no hay un divorcio entre las prácticas religiosas y el sistema socialista. Religiones de origen africano, como la santería, han sobrevivido a varios siglos de prohibiciones y en la actualidad son muy fuertes, tanto en la población marginal, como en estratos altos y hasta profesionistas, afirmó Yoana Hernández Suárez, académica del Instituto de Historia de Cuba (IHC).
Durante la impartición en México de un ciclo de conferencias al que fue invitada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Hernández Suárez habló sobre la presencia de las iglesias católica, protestante, así como de las prácticas religiosas de origen africano, como la Regla Ocha o santería, Regla Conga o Palo Monte, Regla Arará y la Sociedad Secreta Abakuá o Ñañiguismo.
Agregó que desde 1992, cuando se reformó la Constitución para permitir las prácticas religiosas, éstas se hicieron visibles con una explosión de formas artísticas, desde la música y las artes visuales, lo que no entrañó una contradicción con la militancia revolucionaria.
"Actualmente podemos encontrar personas que son, a la vez, católicas y santeras o abakuá, porque los cubanos son muy eclécticos y heterodoxos. Además los esclavos que llegaron de África fueron grupos cohesionados por la religión, como los yoruba. La Iglesia católica los bautizó y los llevó a los templos, pero ellos no abandonaron sus creencias, más bien sumaron a las suyos los símbolos cristianos", dijo.
Hernández explicó cómo han sobrevivido las religiones afrocubanas después de la Revolución de 1959. "Al principio, el Estado cubano mantuvo la Constitución de 1940 y sólo hasta 1975, una vez que se equilibraron los problemas del cambio revolucionario, se promulgó otra que era totalmente atea, así que los creyentes tuvieron que esconder su religiosidad".
"Como todo proceso revolucionario, la mentalidad de los líderes evolucionó y se interesaron por unir al pueblo cubano y respetar sus creencias religiosas. En 1992 por medio de una reforma constitucional el Estado cubano pasó a ser laico", agregó.
A partir de ese momento la religiosidad en la isla fue visible. Todo lo que estaba oculto salió a la luz, los santeros se vistieron de blanco y se pusieron collares de colores, los ñáñigos mostraron sus tatuajes y los altares salieron de atrás de las puertas, refirió.
Explicó que "esos cambios coincidieron con una gran crisis económica mundial y con la caída del bloque socialista. Durante el llamado Periodo Especial Cuba sobrevivió, entre otros elementos, por su espiritualidad; los líderes del gobierno se dieron cuenta de que no era la economía lo que nos iba a salvar, sino la fuerza del pueblo, que fue la que nos hizo sobrevivir como nación".
Durante el ciclo de conferencias, que tuvo lugar en el Museo Nacional de Antropología, Hernández también abordó la presencia de los misioneros protestantes en Cuba, a partir de la gesta de Independencia que se dio entre 1895 y 1902. Mientras que en su libro "Iglesias cristianas en Cuba" (IHC, 2010), analizó la presencia de las iglesias congregacional, episcopal, metodista y presbiteriana, entre otras, así como su influencia en el sistema educativo.
La actividad académica denominada "Religiones y religiosidad en Cuba" fue organizada por la Dirección de Etnohistoria, de la Coordinación Nacional de Antropología.
rqm