El director de orquesta, compositor y pianista mexicano Luis Herrera de la Fuente, quien falleció hoy a los 98 años de edad, fue figura del acontecer musical del país en el siglo XX, con una destacada trayectoria que abarcó diversos campos.

Amante de los viajes y la poesía, Herrera de la Fuente fue director titular de la Orquesta Sinfónica Nacional de México, además estuvo al frente de diversas agrupaciones como las Sinfónicas de Chile y Perú, la Oklahoma Symphony Orchestra y la Filarmónica de la Ciudad de México.

Fue reconocido con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Bellas Artes (2005), el Galardón Nacional "Ocho Columnas de Oro de México" (1989) y el Premio "Eduardo Mata" al Mérito de la Dirección Orquestal (1995), entre otros.

También recibió la Medalla de Bellas Artes, Medalla Mozart, Medalla de Oro del Club de la Ópera, la Medalla al Mérito Ciudadano y la Presea Cervantina que otorga el Festival Internacional Cervantino, además de ser Doctor Honoris Causa en Artes y Humanidades por la Universidad de Oklahoma y Caballero de la Orden del Rey Leopoldo de Bélgica.

Compromiso con la música

Herrera de la Fuente nació el 25 de abril de 1916 en la Ciudad de México y se dedicó con profundo amor a la música al desarrollar un alto compromiso con la compresión, interpretación y creación, de acuerdo con información publicada en la página de Internet del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

Su acercamiento con la música se dio de forma natural en sus primeros años de vida, aunque fue en la adolescencia cuando mostró interés por dedicarse profesionalmente y con ese objetivo tomó clases de piano con Mara Olvera, Modesto Senz y Mara Teresa Elorduy.

Cursó estudios de composición en la Facultad de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México donde recibió las enseñanzas de Estanislao Mejía, José F. Vázquez y Rodolfo Halffter.

Ávido por expandir sus conocimientos, estudió violín con Luis G. Saloma, participó en clases de canto con David Silva y Jess Mercado, además de tomar un curso de dirección de orquesta con Sergiu Celibidache en Zurich, Suiza, y luego con Hermann Scherchen.

Dedicado en plenitud a la actividad musical, trabajó como organista de la iglesia del Pronto Socorro en Popotla, como pianista en Radio Educación y la XEW, además fue maestro de piano en la Escuela Libre de Música y Declamación.

Se desempeñó también como discotecario en Radio Universidad y en la XEQ, y fue redactor e investigador del Departamento de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

Dirigió la Orquesta de Cámara de Radio Universidad en 1945 y seis años después se hizo cargo de la Orquesta de Cámara de Bellas Artes y también fue presidente de la Asociación Musical Manuel M. Ponce.

Fundó y dirigió la Orquesta Filarmónica de las Américas, encabezó la Fundación para la Grabación de la Música Orquestal Mexicana y también fue director del Festival Internacional de Música de Morelia.

Obra

Como compositor destacó con obras como Sonata para piano, Dos movimientos para orquesta, la pieza de ballet La estrella y la sirena, Divertimento para Orquesta de Cuerdas, el ballet Fronteras, Sonata para Orquesta de Cámara y Cuarteto para Cuerdas, por mencionar algunas, de acuerdo con el Seminario de Cultura Mexicana.

De igual forma, Herrera de la Fuente cultivó la escritura con artículos enfocados a la música como logro del hombre y arte, entre ellos figura el ensayo Música y vida, así como el libro La música no viaja sola, además colaboró con algunas crónicas para el periódico "Novedades" y publicó artículos en la revista Tiras de Colores y Nuestra Música.

sc