El Holandés Errante de Richard Wagner sirve hoy para levantar en la Ópera de Viena el telón de su temporada 2014-2015, en la que se presentarán diez estrenos, entre ellos un montaje de Elektra, de Richard Strauss, y una pieza tan contemporánea como La Tempestad, de Thomas Adès.

Esta pieza, que tuvo su presentación mundial en Londres en 2004, llega a la Haus am Ring con dirección escénica de Christine Mielitz y bajo la batuta de Yannick Nézet-Séguin.

Aparte de con buena música, la temporada operística en Viena comienza con una jornada de puertas abiertas el domingo, durante la que se permite visitar zonas que normalmente están cerradas al público.

El escenario, los camerinos y hasta el receptáculo donde se sienta el apuntador quedan abiertas al público en una jornada en la que uno se puede dejar maquillar como un personaje lírico, probarse el vestuario o ver ensayar a los cantantes.

El programa de la nueva temporada presenta un total de 52 óperas y 11 ballets, además de conciertos de solistas, recitales y funciones para niños.

El primer estreno será en marzo, con un nuevo montaje de Idomeneo de Mozart.

Los otros estrenos operísticos son Jovánschina, del ruso Modest Musorgski; Rigoletto, de Verdi; Elektra y el Don Pasquale, de Gaetano Donizetti, con el español Jesús López-Cobos a la batuta, acompañado del tenor peruano Juan Diego Flórez.

Ya casi a final de la temporada, el 16 de junio, tendrá lugar la esperada presentación vienesa de La Tempestad, uno de los platos fuertes del cartel de este año, según el propio director de la Ópera, Dominique Meyer.

La leyenda de Joseph, con música de Richard Strauss será unos de los tres estrenos de ballet.

Otro de los estrenos líricos está pensando especialmente para los niños, una versión adaptada de la ópera Undine, del compositor alemán Albert Lortzing.

En total, entre septiembre y junio el escenario vienés acogerá 350 funciones.

sc