La Ópera Nacional de Múnich ha sido elegida como la mejor del año por la crítica internacional (europea y estadounidense), mientras que el director del año fue el ruso Kirill Petrenko, el titular de la casa.

El palacio de la ópera de la capital bávara fue la más votada entre un total de cincuenta críticos de ambos continentes, informa hoy la revista especializada Opernwelt -"El mundo de la ópera"-, convocante de la elección.

Se trata de la primera vez que Múnich se impone en la votación, en la tuvo como rivales internacionales a sus homólogas de Nueva York y Milán, así como instituciones alternativas en pequeño formato como el teatro de Giessen (oeste de Alemania).

Además de llevarse la máxima distinción, la ópera muniquesa se vio indirectamente premiada a través de Petrenko, su titular desde hace un año y mejor batuta del año por su trabajo en El Anillo del Nibelungo, estrenada en 2013 en el festival de Bayreuth (Baviera).

Esa producción, del controvertido dramaturgo y director teatral Frank Castorf, fue profusamente abucheada por el selecto público del Festival Richard Wagner de esa ciudad bávara, tanto en su estreno como en su reposición en la presente temporada.

De mismo modo que el trabajo de Castorf desató una atronadora tormenta de abucheos, se tributó una ovación casi histórica a Petrenko por la dirección de la monumental tetralogía operística de Wagner.

El director ruso no estuvo solo en las distinciones a esa controvertida producción, ya el responsable de su escenografía, el serbio Aleksandar Denic, fue el más votado en su categoría por los críticos consultados.

En la categoría de solista del año se impuso el barítono alemán Michael Volle, de 54 años e intérprete del papel de Hans Sachs en los wagnerianos Maestros cantores de Nuremberg, representada en el festival de Salzburgo de 2013.

La mejor voz femenina fue Hanna-Elisabeth Müller, solista de la ópera muniquesa desde 2012.

sc