Turandot y La Bohème se escucharán en el Auditorio
MEXICANOS. La soprano Olivia Gorra (cent.) dará vida a Liú en "Turandot" y a Mimí en "La Bohème", mientras que Ramón Vargas (izq.) y Fernando de la Mora (der.) alternarán en el personaje de Rodolfo en esta última. (Foto: Especial )
La Ópera de Bellas Artes se presentará en vivo en el Auditorio Nacional
con dos obras emblemáticas de Puccini: Turandot y La Bohème,
esteralizadas con elencos nacionales y extranjeros.
Se trata de dos producciones que ya se han presentado anteriormente en
el Palacio de Bellas Artes, pero para este escenario tendrán algunas
modificaciones acordes no sólo al espacio, sino también para enriquecer
su transmisión en las magnas pantallas.
Las funciones serán de Turandot, ópera en tres actos, serán el 9 y 11 de
mayo, con las actuaciones estelares de la soprano siciliana Tiziana
Caruso (rol protagónico), el tenor italiano Rubens Pelizzari (Calaf) y
los artistas mexicanos Olivia Gorra (Liú), rol
que interpretó en el Metropolitan Opera de Nueva York, y el bajo
Rosendo Flores (Timur).
Mientas que La Bohéme, ópera en cuatro actos, que se presentará en el
marco del 90 aniversario luctuoso de Puccini, tendrá funciones el 11, 12
y 13 de julio.
El papel de Mimí lo alternarán la soprano española Ainhoa Arteta (11 y
13 de julio) y su colega mexicana Olivia Gorra (12); Rodolfo será
encarnado por el tenor mexicano Ramón Vargas y, en tanto el papel de Marcello
será interpretado por el barítono rumano George Petean.
Ambas producciones que tendrán una inversión de 8 millones de pesos,
tendrán la participación del Coro y la Orquesta del Teatro de Bellas
Artes y la Schola Cantorum de México.
La dirección concertadora será del maestro Srba Dinic y escénica de Luis Miguel Lombana.
En conferencia de prensa, Lombana explicó que el reto del montaje será
adaptarse al recinto para que el espectáculo sea "claro y diáfano" para
los 10 mil espectadores.
"Hay que adaptar el diseño de iluminicación de manera muy rápida, como
en un partida de ajedrez con movimientos precisos; el maquillaje debe
responder ante la cantidad del ‘wattaje' que estarán recibiendo los
artistas, pero también ante las imágenes que estaremos
recibiendo en circuito cerrado. Y, por supuesto, el audio, que el
sonido debe ser tan claro, como si estuviéramos en Bellas Artes", dijo
Lombana.
Por su parte, el tenor Ramón Vargas, director artístico de la Ópera de
Bellas Artes, indicó que las óperas fueron creadas para teatros
pequeños.
"No existían auditorios como los que ahora tenemos, ni la sonorización
ni la televisión. Así que te adaptas o te mueres, no podemos encerrarnos
en los teatros. Los que venimos a ver un espectáculo en un recinto como
este saben que no es el teatro, pero nos
ayudará mucho el circuito cerrado porque podremos ver las reacciones
reales de los personajes", dijo.
Y añadió: "Tendremos mucho ciudado. Vamos a trabajar muy duro. Los
tiempos de montaje son pocos, por eso el trabajo será muy arduo pero
estamos preparándonos".
rqm