¿Por qué Karajan?
Razones. Gracias a su carisma y la autogestión de su carrea, Karajan se volvió una leyenda viva, que él mismo construyó por su egocéntrica personalidad. Asimismo, elevó a figura del director de orquesta a la de estrella mediática. . (Foto: Filarmónica de Berlín/Tomada de: Abc.es )
Herbert von Karajan murió hace 25 años. Al músico, considerado el mejor director de orquesta del siglo XX, no se le rindieron tantas ceremonias para recordarlo.
De acuerdo al diario español Abc, se llevará a cabo un concierto en el Festival de Pascua de Salzburgo y también se le rendirá memoria a través del canal digital de la Filarmónica de Berlín, de la que fue nombrado director vitalicio.
Gracias a su carisma y la autogestión de su carrea, Karajan se volvió una leyenda viva, que él mismo construyó por su egocéntrica personalidad. Asimismo, "elevó a figura del director de orquesta a la de estrella mediática".
Diversas personalidades dan testimonio de cómo era trabajar con este apasionado de los coches de carrera y los barcos, y a quien le gustaba pilotear su propio avión.
Luces y sombras
"Con su muerte se cierra una página irrepetible de la historia de la música. Era el mejor, el número uno. Seguía la línea de maestros de la talla de Toscanini, Fürtwangler, Bruno Walter. Pasarán muchos años hasta que se pueda encontrar un director como él. Hoy, desde luego, no lo hay". José Carreras, tenor español, al conocer la noticia de su deceso.
"Karajan es el director que más se ha preocupado de la exactitud y la belleza del fraseo. Nadie ha alcanzado la magia del sonido que él tenía, especialmente en su última etapa cuando estaba enfermo y tenía noción de la muerte". Riccardo Muti, director de orquesta italiano.
En contraparte, el crítico musical Norman Lebrecht, consideró que este impulsor del disco compacto (se dice que promovió que su duración se extendiera de los 60 minutos iniciales a los 74 minutos para que se pudiera incluir en un solo disco la Novena Sinfonía de Beethoven) era un músico inteligente a la hora de gestionar su carrera, despota en sus decisiones e inmoral en sus interpretaciones.
Por el contrario, el crítico Antonio Fernández-Cid expresa que Karajan "es el símbolo máximo de la dirección de orquestal en la más plena, gloriosa y triunfal significación de algo tan dado al teatralismo, la mediocridad o el autoengaño de creerse figura cuando, simplemente, se hacen las veces de figurón".
sc