El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) propuso conservar las calles empedradas en el barrio "El Cerrillo" , que data de 1549, cuando fue poblado por indígenas tzeltales, tzotziles y zoques.

El Centro INAH Chiapas argumentó que el barrio se encuentra en un cerro que circunda la ciudad, del lado norte, y a su alrededor se despliega un conjunto de arquitectura vernácula.

Ante los trabajos de rehabilitación de calles y banquetas, el INAH sugirió el uso de material mixto, incluso piedras y concreto, a fin de mantener, en lo posible, el patrimonio arquitectónico e imagen urbana del barrio.

Las piedras serían como detalle de identidad histórica del barrio y el concreto por condiciones y necesidades que exige actualmente la ciudad en su modernización en cuanto al flujo y accesibilidad vial, afirmó en un comunicado.

Explicó que sería la vialidad con la mitad del ancho en piedras para área de aparcamiento y otra circulación vehicular de concreto estampado hidráulico.

Afirmó que no es recomendable sellar la vialidad pública con concreto, ya que propicia el deterioro gradual de los muros de los inmuebles que bordean la vialidad.

"Uno de los más afectados es el adobe, ya que al no poder transpirar el suelo, la humedad tenderá a salir en los muros mediante transpiración provocando el deterioro" , detalló.

Agregó que es necesaria la filtración de agua pluvial al subsuelo para evitar acumulación y corrientes fuertes peligrosas en las vialidades que ocasionan saturación de la red de drenaje público así como estancamientos e inundaciones.

Expuso que la piedra frena un tanto la velocidad de corrientes de agua, con lo que se evitan los peligros que eso ocasionaría no sólo a peatones sino también a ciclistas o animales, pues todas las calles que confluyen con la vialidad intervenida son de material pétreo.

En cuanto a inmuebles, detalló que está la iglesia levantada en el siglo XVIII, que es parte de un conjunto que se liga con el barrio de los Mexicanos, la iglesia de Caridad y el templo de Santo Domingo y comprende una de las zonas monumentales más antiguas de la ciudad.

El barrio es uno de los más tradicionales de la ciudad y es el único que actualmente conserva un porcentaje considerable de calles con dicha característica de reminiscencia histórica.

Puntualizó que actualmente sólo se conserva menos del 50 por ciento de calles empedradas, y el resto es de baldosas de concreto o concreto estampado.

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