Una mirada a la intimidad de Picasso
Video. El Palacio de Bellas Artes acoge una muestra con fotos que el estadounidense David Douglas Duncan tomó del artista en su vida diaria y en su proceso creativo
"PABLO PICASSO EN LA BAÑERA". El pintor fue retratado por David Douglas Duncan por primera vez en febrero de 1956, mientras el artista disfrutaba un baño. (Foto: DAVID DOUGLAS DUNCAN )
abida.ventura@eluniversal.com.mx
En febrero de 1956, el fotoperiodista estadounidense David Douglas Duncan, animado por su amigo Robert Capa, visitó por primera vez a Pablo Picasso en su casa-taller, cerca de Cannes. El primer encuentro con el artista malagueño se dio en la bañera y fue sellado con el regalo de un anillo de oro grabado con la inscripción “Picasso-Duncan”, que el fotógrafo llevaba como obsequio al pintor.
Aquel momento fue inmortalizado en una fotografía que muestra a un Picasso desnudo, sonriente, como un niño que disfruta bañarse. Ese retrato sería el primero de cientos y el comienzo de una larga amistad que duró 17 años, hasta la muerte de Picasso en 1973.
Durante ese tiempo, el fotógrafo logró tomar unas 25 mil imágenes que revelan la intimidad del fundador del movimiento cubista. Una selección de esas fotografías llega al Museo del Palacio de Bellas Artes con la exposición Picasso. Revelado por David Douglas Duncan, inaugurada ayer por la Ministra de Cultura de Francia, Aurélie Filippetti, y el presidente del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa.
La muestra, que se inauguró en el marco de la visita de Estado del presidente de Francia, François Hollande, a México, también incluye obras originales del artista, entre pintura, escultura, cerámica, dibujo, litografía y grabado.
Se trata de casi 280 piezas, 160 corresponden a las fotografías tomadas por Duncan, quien entonces trabajaba para la revista Life.
La propuesta de esta muestra, explicó Alberto Gonzalez Torres, subdirector de exposiciones del Museo del Palacio de Bellas Artes, durante un recorrido para la prensa, es descubrir el proceso creativo de muchas de las obras del artista, a partir de las fotografías de Duncan. Así se aprecia, por ejemplo, en una serie fotográfica que muestra a Pablo Picasso pintando el óleo titulado Tate, que registra el proceso creativo del autor, desde sus primeros trazos sobre la tela hasta el final de la obra.
Estas imágenes tomadas del 1 al 3 de julio de 1957 se complementan con el óleo original, proveniente del Moderna Museet, de Estocolmo. En su estudio en la Villa La Californie, Cannes, en proceso de creación de una obra, desde la colocación de la tela sobre un caballete, muchas veces en calzoncillos; junto a su segunda esposa, Jacqueline Roque, jugando con sus hijos, con los amigos que lo frecuentaban, las imágenes en blanco y negro introducen al público a la vida íntima del artista durante su estancia en su casa francesa, de 1956 a 1961. Un periodo muy corto pero que, recordó González Torres, fue muy fructífero en la carrera del artista y que se caracterizó por la gran cantidad de cerámica que produjo.
Durante la inauguración de la exposición, a la que asistió la actriz mexicana Salma Hakey, miembro del Consejo Estratégico Franco-Mexicano, el presidente de Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, destacó la relación histórica y cultural entre ambos países.
“No solamente en los museos hemos tenido presencia cultural, sino de manera particular a través de los grandes creadores mexicanos y franceses”, dijo.
La exposición, que permanecerá abierta hasta el 20 de julio, exhibe obras provenientes del Centre Pompidou, del Museo Picasso en Barcelona, del Moderna Museet en Estocolmo y el de arte de Nueva Orleans.