Relevo en Cultura de la Ciudad de México
ACTIVIDADES. Más de 37.5 millones de personas participaron en las actividades de esta dependencia en 2013. (Foto: ESPECIAL )
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Eduardo Vázquez Martín, editor, antropólogo y poeta, quien junto con Alejandro Aura concibió el proyecto de los Faros en el Distrito Federal, fue designado ayer como el nuevo secretario de Cultura de la ciudad de México.
Hacia el medio día, en conferencia de prensa, el jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera, confirmó el relevo en la titularidad de dicha secretaría; el funcionario dijo que había hablado con la secretaria Lucía García Noriega antes del fin de año, y que ella presentó su renuncia, aseguró, por motivos personales.
Al final de la tarde de ayer, en un comunicado, se confirmó la noticia que en los últimos días se había estado manejando de que Vázquez llegaría a la dependencia: “El Ejecutivo local encomendó a Vázquez Martín fortalecer la política cultural de la ciudad sin dejar de ser incluyente, abierta al diálogo y a la iniciativa de la sociedad”, expresó el comunicado.
Trayectoria en la cultura
Eduardo Vázquez Martín nació en la ciudad de México el 9 de agosto de 1962. Es poeta y ensayista, fue editor y director del Periódico de Poesía de la UNAM y miembro fundador de las revistas Viceversa y Laberinto Urbano.
En 1998 fundó, junto al poeta Alejandro Aura, el Instituto de Cultura de la Ciudad de México, donde concibió y dirigió la creación de la Fábrica de Artes y Oficios de Oriente y el Instituto México en España, entre 2001 y 2003, además creó el programa La calle es de todos.
Recientemente, durante el ciclo “Guías literarias” que organiza el Instituto Nacional de Bellas Artes, el también promotor cultural indicó que su relación con la gestión de actividades artísticas y culturales viene de su militancia política. “He llegado a la conclusión de que la cultura es la gran herramienta transformadora de la sociedad, pero también que la principal tarea de la transformación social es propiciar el desarrollo de la cultura y el acceso social a todos sus frutos”, dijo entonces.
Vázquez Martín también ha colaborado en las revistas Artes de México, El Buscón, Letra Internacional, Nexos y Vuelta. Fue becario del INBA en 1987 y del FONCA en el programa Jóvenes Creadores, en poesía, en 1991 y 1995. Entre su obra publicada se encuentran Comer sirena (1992), Minuta (1995), Naturaleza y hechos (1999), Lluvias y secas (2008). Se desempeñó como jefe de departamento de la Dirección de Publicaciones de la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM entre 1986 y 1989. De 2003 a 2007 fue director general de Desarrollo Cultural de la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí, donde coordinó la creación del Centro de las Artes “Bicentenario”. De 2007 a 2012, dirigió el Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental; el año pasado fue coordinador de Difusión del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), cargo al que renunció en julio.
Además, colabora en el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, un movimiento que empezó tras el asesinato de uno de los hijos del poeta Javier Sicilia.
Difícil relación
La salida de García Noriega se da tras varios meses de polarización al interior de la Secretaría de Cultura, a la que había llegado en diciembre de 2012 con un amplio apoyo de intelectuales, escritores y artistas.
En noviembre pasado apareció en la red social Facebook una página titulada “Trabajadores y grupos culturales” en la que poco a poco comenzaron a publicarse documentos y audios que cuestionaban algunas de las decisiones tomadas por la secretaria, por ejemplo, dar fin a los apoyos que recibía la Orquesta Filarmónica Juvenil Ollin Yoliztli.
La página es administrada de manera anónima por trabajadores de la propia Secretaría, aún en activo. En entrevista con EL UNIVERSAL, uno de los empleados de la dependencia, que pidió anonimato, explicó ayer que la página fue alimentada por quienes ahí laboran y que el enfrentamiento con la secretaria se dio desde el inicio de su gestión:
“Nos pedía que le presentáramos los proyectos que existían y muchas veces nos dijo que ya no los quería porque eran hechos por gente ‘chupa sangre de presupuesto’ y por una ‘bola de huevones’. Al principio, pese a estas condiciones el trabajo continuó, pero conforme se iban eliminando proyectos, el diálogo con ella también se fue cerrando y el maltrato laboral aumentó. Para nadie es secreto que la secretaria se refería a su equipo en términos como estúpido y pendejo”, detalló el trabajador.
Entre los proyectos eliminados “de tajo” se encuentran algunos que tenían que ver con el fomento a la lectura como “Letras en guardia” que pretendía acercar la literatura al cuerpo policiaco.
“Al mismo tiempo se crearon otros programas como ‘Léelo, rólalo, regala un libro, participa’ que se convirtió en un basurero de libros que nadie quería. Pedimos el documento rector de ese proyecto y nos entregaron un hoja suelta sin elementos. Así empezó todo, se cancelaban programas establecidos, se inventaban otros, se despidió a muchas personas y el trato era cada vez más complicado”, sostuvo la fuente.
Ante las denuncias de los empleados, el subsecretario de Gobierno, Héctor Serrano, recibió a algunos de los integrantes de este grupo y les aseguró que era inminente la renuncia de García.
“Un grupo de trabajadores tuvo una reunión con Héctor Serrano y él les dijo que el 15 de diciembre ella se iría, pero les pidió que ya no hicieran más manifestaciones porque era un mal momento. Así se hizo. No volvimos a saber nada hasta ahora, a través de los medios”.
La promotora cultural Paloma Sáiz, líder del programa “Para Leer en Libertad”, asegura que García Noriega no sólo acabó con todos los programas base de la Secretaría, tanto de fomento a la lectura, como festivales de música y de promoción, sino que también emprendió “ocurrencias” que no funcionaron.
“El programa que decidió hacer de teatro en pantalla fue una ocurrencia que costó 4 millones y medio de pesos y que por la poca asistencia debe haberle costado a la Secretaría como mil 800 o dos mil pesos por persona”, dice Sáiz.
En abril pasado García Noriega, acompañada del jefe de gobierno, anunció su plan de trabajo, así como la operación del Consejo de Fomento y Desarrollo Cultural del Distrito Federal, integrado por 12 actores del ámbito cultural. Uno de ellos, el músico Héctor Infanzón, indicó ayer a este diario que dicho consejo sí operó y que hubo reuniones mensuales en donde se propusieron diversos programas que recogían las inquietudes de diversas disciplinas.
Un año de cambios
La creación de este consejo, un programa de educación artística en las escuelas y la consolidación del Centro Cultural Ollin Yoliztli como institución educativa de excelencia, fueron tres de los proyectos de García. Sin embargo, poco se avanzó en ellos. Este primer año fue más visible el programa “Teatro en Plazas Públicas, Teatro en tu barrio”, que llevó de forma itinerante 16 propuestas escénicas a más de 200 espacios.
La Secretaría de Cultura, con un presupuesto de 475 millones de pesos, opera 22 recintos culturales: cinco museos, dos centros culturales, seis escuelas de educación artística , tres teatros, cuatro Fábricas de Artes y Oficios y el Archivo Histórico. García Noriega criticó a lo largo de su gestión que estos espacios debían operar con sólo un 10.4% de recursos de la propia Secretaría pues el resto se destinaba a pago de nómina (64%), servicios generales (11.3%), y a 21 apoyos institucionales (4.1%).
Jermán Argueta, director de la revista Crónicas y leyendas y quien es parte de la Comisión de Artistas y Trabajadores de la Cultura que a finales de noviembre comenzó a exigir la destitución de García Noriega en las redes sociales y en el sitio www.charge.com, señaló que el reto del nuevo titular de la Secretaría será restaurar la institución que fue desmantelada y establecer varias rutas para hacerlo: ¿qué va a pasar con la Ollin Yoliztli?, ¿qué harán con el José Martí?, ¿con la Ley de Fomento para la Cultura?, hay que trabajar en esa agenda.
Junto a otros creadores como Antonio “Gritón”, Antonio Brito, Alberto Dogart y Andrés Cardo, Argueta promete estar atento a las directrices que tome la Secretaría de Cultura y exigir que se incluya a los creadores que hacen cultura desde la ciudadanía.
“La Secretaría de Cultura debe trabajar y ser facilitadora para que muchos de estos proyectos que se ejercen desde la sociedad civil también sean parte de la política cultural de este gobierno”, señaló Jermán Argueta. Anunció que han emprendido una fiscalización de los gastos de García Noriega durante su gestión para ver si hubo malversación de recursos y confirmó que habrá una fiesta para celebrar la salida de la secretaria el 7 de enero ante las oficinas del GDF.
EL UNIVERSAL solicitó una entrevista con Lucía García Noriega, pero al cierre de la edición no se obtuvo respuesta. En su cuenta de Twitter, la aún funcionaria publicó un enlace a YouTube para escuchar la canción “Soy”. La letra dice: “No estas vivo si sólo hay obligaciones, no hago caso a los que atacan porque nunca están en calma y no hago más que disfrutar de lo que doy y me gusta tanto, tanto lo que soy”.