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Es el primer viernes de la Feria Internacional del Palacio de Minería, el recorrido es tranquilo. Los ríos de personas que han caracterizado a este encuentro aún no inundan los pasillos.

La primera fila numerosa la integran jóvenes y padres de familia. Algunos no están seguros de a quién verán, pero el título que se lee en el pizarrón colocado afuera del Salón de Actos es prometedor: “Las brujas de la ciencia”.

Se trata de una charla que impartirá la divulgadora de ciencia Julieta Fierro, quien ha encontrado una fórmula para seducir al público joven e interasarlos en temas científicos. Los más de 100 chicos recorriendo las escaleras principales, que esperan más de una hora para verla, dan fe de su éxito.

Es temprano y la estampa de la feria es juvenil e infantil. Están los muchachos con sus uniformes de educación básica, los adolescentes corriendo por los pasillos o tomándose fotos con los póster de Blue Demon, leyendo, y los niños que suplican por un globo.

Ante la poca afluencia de visitantes, los encargados de los locales de libros salen a los pasillos y ofertan sus títulos y sus editoriales, como en un supermercado ofreciendo el mejor y más reciente jamón.

“¿Ya conoces nuestros libros?”, ¿en qué están interesados, en el amor, en la ciencia, en los zombies?”, dice una sonriente señora a una joven pareja.

Otro encargado parece más creativo. “¿Me dejan leerles un poema?”, le pregunta a dos chicas. Ellas aceptan con timidez. Él, sujeta con su mano el libro Veinte poemas de amor y una canción desesperada —un clásico, para no errar—, con la otra mano simula declamar. Ellas lo miran, no se inmutan, se les percibe un tanto abrumadas.

Es la lucha por los lectores, hay que atraparlos, como sea. Aunque otros libreros no pierden la paciencia, la feria apenas empieza y aún falta una semana de ventas, así que optan por checar sus celulares, jugar un rato, distraerse.

Los celulares, otro modo de ver el mundo. Hay una obsesión por retratarlo todo, dejar constancia de que se estuvo ahí, en la feria, merodeando, hojeando, comprando.

In memoriam

Los XXXV años de esta feria servirán para recordar a los autores que se han ido recientemente, pero también a aquellos que fallecieron desde hace tiempo, como el dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda.

El Instituto de Cultura de Chihuahua presenta en el Salón El Caballito el libro Diálogos sobre el teatro, que reúne textos de Carlos Montemayor, Luis de Tavira, María Rojo, Ignacio Solares, entre otros; así como una larga entrevista a Rascón Banda, hecha por Emilio Cárdenas. Al evento acude la actriz Luisa Huertas para evocarlo, para recordarle a la gente que hubo un día en que el teatro fue privilegiado con el empeño de un hombre.

Más adelante, en el Salón Filomeno Mata se recuerda al poeta Efraín Huerta con la mesa redonda “A 100 años del nacimiento de Efraín Huerta. De los hombres del Alba a los Poemínimos”, convocado por la Escuela Nacional Preparatoria de la UNAM, plantel número 4.

Los profesores Francisco Elorriaga Barraza y Jesús Fernando León Zavala coinciden en señalar que la poesía de Huerta es imprescindible para la literatura nacional.

Hoy se recordaría al poeta Octavio Paz con la mesa redonda “Primer Centenario de Octavio Paz”, organizada por El Colegio Nacional con la participación del historiador Enrique Krauze, el arquitecto Teodoro González de León y el escritor Juan Villoro, pero desde ayer se anunció su cancelación.

Los motivos, explicaron en la sala de prensa de la feria del libro, son “desconocidos”, también se desconoce si podrá ser llevado a cabo en otro momento.

La XXXV Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería se lleva a cabo desde el 19 de febrero y hasta el 3 de marzo.