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Hace casi un año comenzó la aventura editorial llamada Confabulario. Con un número en el que escritores cercanos a Carlos Fuentes exploraban el universo de este autor mexicano a propósito de su primer aniversario luctuoso, dio inicio la segunda época del suplemento cultural de EL UNIVERSAL. A esa edición publicada el 26 de mayo de 2013 le han seguido 49 más —el número 50 saldrá el próximo domingo— y un programa de televisión que se estrena hoy a las 18:30 horas por Canal 22 y con el cual el suplemento, que tiene una versión en línea y cuentas en redes sociales, amplía su plataforma mediática.

Desde su aparición, Confabulario ha estado abierto al análisis, la reflexión y la crítica de las diversas disciplinas artísticas y de las expresiones de la cultura popular. A través de poemas, cuentos, ensayos, entrevistas, crónicas, reportajes y reseñas —escritos tanto por autores noveles como por los que cuentan ya con una trayectoria destacada—, ha dado cuenta del quehacer cultural de México y el extranjero.

El suplemento ha sido una plaza pública con espacio para el tratamiento de las aportaciones artísticas e intelectuales de diversas figuras del ámbito cultural. De tal suerte que en sus páginas se han publicado diferentes lecturas de la obra de intelectuales y artistas tan polémicos como Octavio Paz o José Luis Cuevas, por mencionar a algunos.

En sus páginas encontramos las secciones: Ficciones, con poemas y cuentos; en Reflexiones se publican ensayos; las entrevistas, las crónicas y los reportajes, en Conexiones, y las reseñas, en Miradas. En esta última, críticos y estudiosos se han aproximado a las distintas expresiones del espectro cultural: literatura, artes visuales, música, danza, teatro, cine, televisión, cómic…

De autores de culto a ídolos populares

En su primer año, Confabulario ha publicado revisiones y reflexiones sobre la vida y obra de escritores como Julio Cortázar. Ese cortazariano tercer número, preparado a propósito de los 40 años de la salida de la imprenta de Rayuela, incluyó una entrevista con la Maga: Edith Aron, quien fue pareja del autor argentino y quien inspiró el entrañable protagonista femenino de esa novela. En esa entrevista, realizada por Yanet Aguilar, Aron, de 90 años, habló por primera vez para un medio de comunicación mexicano.

También ha difundido el quehacer de artistas visuales. En su cuarta edición, por ejemplo, dio a conocer parte del trabajo reciente, del pintor oaxaqueño Francisco Toledo: grabados basados en las fábulas de Esopo. En esa edición, en la que se publicaron fotografías de esas obras, quedó claro que Confabulario no sería sólo un suplemento literario, sino de arte en general, y es por ello que a las fotos se les da su justa dimensión. Así se han publicado fotos poco conocidas, relevantes por su pertinencia histórica.

No sólo creadores célebres como Cortázar o Toledo han tenido cabida en este proyecto. A otros menos conocidos, y no por eso menos importantes, también se les ha dado espacio. En su número 12, el suplemento publicó un cuento hasta ese momento inédito del escritor, casi secreto, Francisco Tario, y en su edición 22 incluyó un ensayo del erudito médico Francisco González Crussí. Ambos autores de culto (el primero ya fallecido) han hecho valiosas aportaciones a las letras mexicanas contemporáneas. De igual modo, el suplemento ha incluido ensayos sobre autores de distintas latitudes y generaciones, como Vladimir Nabokov, Esther Seligson, Benjamin Péret y Alice Munro.

En el otro extremo y con otro tipo de trabajo están los íconos de la cultura popular, quienes también han desfilado por las páginas de Confabulario. Las figuras de Tin Tan, José Alfredo Jiménez, El Santo y María Félix han sido objeto de análisis y reflexión en diferentes ediciones.

Polémicas

Un proyecto que revisa y comenta las diversas expresiones artísticas y culturales no podía quedar exento de polémicas. Confabulario las ha generado con análisis puntuales como el que entregó Javier Munguía en el número 18. En un ensayo “¿Literatura o didáctica?”, el escritor y crítico señaló el escaso valor literario de varios de los textos incluidos en los libros de Español Lecturas, que cada año distribuye la Secretaría de Educación Pública a niños de primaria. Con gran pertinencia, este texto, al lado de análisis de otros estudiosos del tema, como Alejandra Pellicer y Georgina T. Merino, se publicó luego de que se diera a conocer que los libros de texto gratuito contenían errores inaceptables.

Munguía, dicho sea de paso, es uno de los nuevos críticos que, como Guillermo Espinosa Estrada, Liliana Muñoz o Guillermo Núñez Jáuregui, también críticos literarios, o como los críticos de cine Rebeca Jiménez Calero y Mauricio González Lara, por mencionar a algunos, han hallado en Confabulario una ventana para la expresión de sus argumentos. En el ámbito de la creación, el suplemento ha dado espacio a nuevas plumas: los poetas Claudina Domingo, Diego José, Mijail Lamas y A. E. Quintero, y los narradores Nadia Villafuerte, Alejandro Arteaga y Eugenio Partida, entre otros. Sus textos han convivido aquí con los de autores como Sergio Pitol, Guillermo Sheridan, Guillermo Fadanelli, Eduardo Antonio Parra, Juan Domingo Argüelles, Mónica Lavín y Ana Clavel.

Otra polémica provocada por críticos literarios fue la que se armó en torno de la figura de Octavio Paz, cuyo centenario se celebró el 31 de marzo pasado. Con los ensayos “En y fuera del laberinto de la soledad” y “Octavio Paz o las trampas del liberalismo”, en torno de El Laberinto de la soledad y los escritos políticos liberales de Paz, respectivamente, Jorge Aguilar Mora, por un lado, y Rafael Lemus, por el otro, ofrecieron acercamientos críticos a de las ideas del Premio Nobel de Literatura mexicano.

Una plaza pública

Temas de relevancia social, como la legalización de la mariguana o la aproximación a personalidades de la política como John F. Kennedy, Nicolás Maquiavelo o Luis Donaldo Colosio a través de las diferentes expresiones artísticas que han inspirado libros, pinturas, películas, etc, también han tenido cabida en Confabulario. Pero también el quehacer artístico de otros países ha sido consignado en sus páginas, en ediciones como las dedicadas a las expresiones literarias, artísticas y cinematográficas de Israel, Japón y Canadá.

Así, en su primer año de vida, el suplemento cultural publicado por EL UNIVERSAL, se ha caracterizado por ofrecer a sus lectores variedad temática y estilística, además de pluralidad de opiniones. Pero sobre todo, se ha propuesto consolidarse como una plaza pública abierta a la siempre sana y necesaria discusión de la vida cultural.