Sin mayores novedades transcurrió la tarde y noche en la casa del Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez. Su hijo Gonzalo García Barcha no salió para emitir ninguna declaración sobre el estado de salud de su padre a medios de comunicación, tanto nacionales e internacionales, que se mantuvieron a la espera de información.

A la casa del escritor colombiano, de 87 años, sólo entraron médicos y enfermeras. Alrededor de las 7 de la noche, ingresó el médico geriatra Emilio García, aunque aceptó ser médico del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, donde el escritor estuvo internado ocho días, no quiso dar ningún dato sobre si él fue su médico tratante en ese hospital y se negó a dar cualquier reporte sobre el estado de salud de Gabo.

Cuando dejó el domicilio del escritor, pasadas las 8 de la noche, el médico dijo que hasta que la familia le dé alguna autorización él no emitiría ningún reporte médico. "La única información es la familia. No puedo darles ninguna información realmente, lo siento pero no les puedo dar absolutamente nada. Toda la información la van a tener con la familia".

Dijo que "está es información confidencial que la familia prefiere que no salga a la luz pública". El doctor García tampoco quiso decir si volverá mañana a revisarlo o cómo se puede entender la situación de "estado delicado" del escritor y el reporte de que estará en su casa convaleciendo.

jlr