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En el octavo día de estancia del Premio Nobel de Literatura 1982, Gabriel García Márquez, en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, por un cuadro de deshidratación y un proceso infeccioso pulmonar y de vías urinarias, la información fue más restringida que en los días anteriores. Durante toda la jornada de ayer, ni siquiera el hijo del narrador, Gonzalo García Barcha, único familiar que ha hecho declaraciones a los medios nacionales e internacionales que permanecen de guardia en el exterior del nosocomio, apareció para dar algún reporte sobre la evolución de su padre.

Hasta el cierre de esta edición no había ninguna información oficial y eran muchas las preguntas sin respuesta sobre el estado de salud del autor de Cien años de soledad. No se sabe nada nuevo sobre su situación médica; tampoco si ha cedido el cuadro infeccioso, si ha evolucionado favorablemente al tratamiento, si saldrá del hospital hoy, como lo tenían previsto la familia y los médicos, o si permanecerá internado otros días más.

Los únicos que se vieron en el hospital fueron los asistentes del escritor colombiano, Mónica Alonso y Genovevo Quiroz, este último manifestó que “Gabo” estaba bien y que hoy podría salir, tal como lo había declarado Gonzalo. Sin embargo, se reservó cualquier detalle y reiteró que será el hijo del autor quien ofrezca algún informe.