Varias son las premisas que guían los ensayos escritos y reunidos por el médico y ensayista mexicano Francisco González Crussí en su libro "El rostro y el alma", una de ellas es que "El rostro con el que venimos al mundo es una de las tantas prendas que nos quedan en el despiadado juego de azar que es el destino", la otra es que "los rostros hablan, aun sin tener voz".

Con el interés de seguir comprendiendo sus hallazgos literarios sobre el cuerpo humano, está vez y por primera vez, Francisco González Crussí, plantea un acercamiento en siete ensayos fisiognómicos al rostro, esa parte del cuerpo humano que puede llegar a decir mucho de quienes somos. "Con todo y que eres un perfecto desconocido para mí, mi rostro tiene mucho que contarte; solo te pido, por favor, no lo malinterpretes".

Durante la rueda de prensa en la que el médico radicado en Chicago desde hace más de 50 años habló de este nuevo libro que ha publicado Debate, dijo que la historia ha demostrado los prejuicios de los seres humanos con sólo ver el rostro de otro.

"Todos nosotros sabemos que hacemos inferencias y conclusiones con solo ver un rostro, vemos a alguien que nunca antes nos habían presentado y nada más viéndolo decimos: ‘de este tipo no se puede esperar nada bueno'; o al contrario, decimos: ‘qué simpático es, seguramente hay mucho que hablar con él, mucho beneficio'. Esto obviamente es un prejuicio, la gente que no se conoce sino hasta haberla tratado, es un prejuicio y algo debe haber de cierto en él aunque no sabemos qué", señaló González Crussí.

"El rostro y el alma" reune siete ensayos sobre diferentes partes del rostro, desde el que aborda la caras en "Caras vemos, corazones ¿sabemos?, hasta aquellos otros que hablan sobre las mejillas, los ojos, la boca, la frente, la nariz y los cabellos. Sin olvidar un ensayo más en el que se habla de bellaza y fealdad, y otro en el que González Crussí hace una breve historia de la fisiognomía y sus tribulaciones.

rqm