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Un mueble de latón que funciona como organizador para gadgets, accesorios personales y de oficina diseñado por el mexicano Héctor Esrawe; alfombras de edición limitada creadas en colaboración con el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez o Lance Wayman, cocreador del logotipo de los Juegos Olímpicos de México 1968 y la iconografía del Metro de la ciudad; una bicicleta intervenida con cuero por diseñadores de Guanajuato, piezas de marquetería, vidrio soplado, cerámica, joyería en plata, velas y hasta antigüedades decorativas son una muestra de la oferta que este año ofrece Zona Maco en su Sección de Diseño.

De diferentes materiales y formas, con precios desde 230 pesos (como las velas creadas por artesanos de Oaxaca) hasta piezas de edición limitada que alcanzan los 20 mil dólares, por tercer año consecutivo la feria de arte contemporáneo más importante de Latinoamérica presenta trabajos de estudios y galerías de México y Estados Unidos con el fin de impulsar el diseño de creadores mexicanos y colocarlos en el mercado internacional.

La propuesta de esta edición, en donde participan 22 expositores, casi el doble de los que participaron el año pasado (14), es dar a conocer piezas más utilitarias que contemplativas e impulsar una cultura en torno al coleccionismo del diseño. Así lo explica la diseñadora Cecilia León de la Barra, que este año tuvo a su cargo la curaduría de esta sección: "La intención es fomentar la adquisición de diseño y de que se comience a coleccionar; eso le da a las piezas un valor, no sólo comercial, sino histórico".

Las piezas participantes, que se exhiben casi a la entrada de la Sala D del Centro Cultural Banamex, sede tradicional de la feria, también buscan marcar los límites entre arte y diseño. En esta selección, explica León de la Barra, se trató de evitar aquellas piezas que se acercaran más a la concepción de arte-objeto, pues la prioridad es dar a conocer el diseño como algo funcional y así evitar una cierta competencia con las piezas de arte contemporáneo que ofrece la feria.

Sólo así, considera la diseñadora, el público mexicano comenzará a crearse una cultura del diseño. "La idea es que poco a poco la Sección Diseño tome fuerza y se distinga qué es diseño y no arte", dice.

Mayor participación local

Otra de las características de esta sección es que la mayoría de las galerías y estudios participantes son nacionales, además de que incluye a creadores de diversas partes del país, como Casa Gutiérrez Nájera, que exhibe obras de diseñadores de Querétaro y Guanajuato, o el Instituto de Artes Gráficas (IAGO) y el Centro de Diseño, de Oaxaca.

"Queremos darle fuerza a la creación que hay en México, hay mucho talento, recursos y materiales. ¿Por qué siempre traer cosas de fuera si aquí hay talento? Lo mejor es empezar así, con creadores locales y si el día de mañana quieren venir extranjeros la invitación está abierta", comenta la diseñadora y curadora independiente, quien recuerda que fue así como inició Zona Maco hace 11 años, con la participación de galerías locales para después colocarse como una de las ferias de arte contemporáneo más importantes en Latinoamérica.

Justo para dar un panorama general de la oferta y variedad de lo que sucede en el ámbito del diseño en México, el recorrido por la Sección de Diseño de Zona Maco inicia con los stands de estudios de diseñadores o empresas que invitaron a creadores a realizar piezas exclusivas, entre ellas, Esrawe Studio, Tane, Nouvel Studio, Chapas y Tableros Finos, que ofrece ediciones limitadas de Emiliano Godoy, Daniel Romero y Emmanuel Aguilar; luego están aquellas galerías dedicas al interiorismo, como ADN, Trouvé y México en Blanco; las instituciones académicas y culturales que impulsan el diseño (Anáhuac, Casa Gutiérrez Nájera, IAGO y Centro) y, al final, galerías con objetos antiguos, como la del anticuario Rodrigo Rivero Lake.