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El diseño mexicano poco a poco comienza a colocarse en el mercado del arte y a tener proyección internacional, destaca la curadora Ana Elena Mallet.

La también crítica de arte considera que aunque en México todavía hay mucho trabajo por hacer, como impulsar la cultura del diseño y dar a conocer que hay un mercado en desarrollo, en el extranjero hay gente interesada en el diseño mexicano. Prueba de ello es la colaboración que han establecido museos estadounidenses con creadores mexicanos: a finales del año pasado, el High Museum of Art de Altlanta adquirió una pieza de Héctor Esrawe y antes, el MoMA de Nueva York integró a su colección obras de Emiliano Godoy. Además, dice, este año el Museo Metropolitano de NY planea una exposición de diseño latinoamericano, en la que destaca la participación de varios diseñadores mexicanos.

Quien fuera curadora de la Sección Diseño en Maco el año pasado asegura que esta feria de arte contemporáneo ha sido una gran plataforma para impulsar el trabajo de los creadores nacionales: "Así como ha ayudado a construir una cultura del arte contemporáneo y del coleccionismo, lo está haciendo en la parte de diseño; si bien la mayoría de los diseñadores y firmas no están haciendo mucho dinero, sí están teniendo visibilidad ante un público interesado por la cultura contemporánea".