El número 45 del suplemento cultural Confabulario, que se publica este domingo, estará dedicado al arte pictórico. Al cumplirse cinco años del fallecimiento del pintor mexicano Ricardo Anguía, el crítico de artes Antonio Espinoza hace una revisión del movimiento en el que estuvo inscrito, llamada neomexicanismo, que significó un regreso al arte figurativo en la década de 1980.

Anitzel Díaz recupera la historia de Juan de Pareja, quien fue esclavo de Diego Velázquez, el pintor español más importante del siglo XVII. Juan de Pareja fue modelo de un retrato que hizo el propio Velázquez, pero más interesante aún resulta saber que el propio De Pareja era pintor. Debido a su talento, el rey Felipe IV le concedió la libertad.

El catedrático e investigador Fernando Marías es el coordinador científico de la Fundación Greco 2014, creada en España para la conmemoración del IV centenario de la muerte del gran artista Doménikos Theotokópoulos. Alejandra Hernández Ojendi, secretaria de redacción de Confabulario, entrevista a Marías, quien habla de la imagen distorsionada que se ha difundido de El Greco, la del pintor religioso o místico, y de su intento por rescatar a un Greco más real y más apegado a la Historia.

El ensayista Gabriel Bernal Granados comenta una serie de cuadros en que el pintor francés Paul Cézanne retrató a un grupo de jugadores de cartas, y lo relaciona con el surgimiento del poema Un golpe de dados, del escritor Stéphane Mallarmé.

Blanca Villeda reseña la exposición Juan Soriano: Abstracción en libertad, que está montada en el Centro Nacional de las Artes de la ciudad de México, y con la cual esta institución celebra 20 años de su fundación.

En la sección de crítica de artes, el crítico musical Iván Martínez comenta el montaje de Atzimba, de Ricardo Castro, que el domingo se presentará, en su segunda función, en el Palacio de Bellas Artes. El ensayista Guillermo Espinosa Estrada reseña la novela Campos de amapola antes de esto, de la escritora barcelona afincada en México Lolita Bosch, y Alejandro de la Garza hace lo mismo con Muete súbita, del autor mexicano Álvaro Enrigue.

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