Artes y teatro, una especie de pesadilla: Bruno Bichir
Labor. Lleva diez años representando la obra. (Foto: Archivo/EL UNIVERSAL )
A carcajadas, el público reunido en el Auditorio de la Antigua Escuela de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) disfrutó del monólogo "La Historia del Tigre" , a cargo del actor mexicano Bruno Bichir.
Bajo la dirección de Alejandro Bichir, se trata de una obra del Premio Nobel de Literatura 1997, el italiano Dario Fo (1926) , un montaje en beneficio de la Fundación UNAM, cuyas utilidades serán destinadas para becas de dicha organización.
Impregnado de un humor ácido, feroz, crítico e hilarante, Bichir reflexiona en la obra sobre las relaciones sociales, el amor, la valentía, el honor, la generosidad y la honestidad, apelando a la solidaridad.
Previo a su presentación, el actor aseguró que se trata de una obra que ha escenificado desde hace diez años por lo que "me he cansado, pero ya se me quito" .
"La primera vez que la hice, fue en enero del 2002 en una universidad de Ciudad Juárez, en el círculo central de una cancha de basket ball, hubo sobrecupo y mi padre, el director de la obra pensó que sería muy padre montarla, pero nunca la o hicimos, pues siempre pensamos que la obra debería ser sorpresiva para todos" , rememoró.
El actor consideró que tanto las artes como el teatro son una especie de pesadilla, "pues cuando la tienes, se te olvida, si es muy linda, la traes todos los días, pero una verdadera pesadilla, la traes toda la vida y le das vueltas y vueltas, así concibo el arte" .
Ataviado con un vestuario deportivo en color naranja, botas de boxeo rayadas, guantes, rodilleras y coderas, Bichir cautivó a los espectadores con una dinámica verbal y corporal que conforma a esta puesta en escena.
Muy atentos, los asistentes escucharon este monólogo sobre un ejército bajando por las montañas, lleno de soldados hambrientos, perdidos y débiles por los embates de la naturaleza.
Luego de una ardua travesía por las montañas, de ataques, accidentes y otras peripecias, uno de los soldados cae en las garras de una familia de tigres, con la que entabla una relación de amistad, cariño y lealtad.
La unión entre la familia y el soldado llega a tal punto que le ayuda a vencer al ejército enemigo y a evitar la invasión pero, sobre todo, a comprender que la unión hace la fuerza y que con ella se puede vencer cualquier obstáculo.
Esta historia es una fábula salpicada de humor, sarcasmo y espontaneidad, relacionada con la soberanía y la autodeterminación de los pueblos; así, es también un juego divertido vinculado al conformismo y la globalización.
Los problemas de la cotidianidad obligan al soldado a escapar de la cueva. Al llegar a la comunidad más cercana, es visto como un loco, pues asegura haber vivido entre las bestias.
Nadie cree su relato, es aislado y humillado, pero su narración se sustenta cuando los tigres llegan a buscarlo al pueblo y reciben el perdón de ese hombre que ya formaba parte de la familia.
En la primera de tres funciones en este espacio, destaca el lenguaje corporal del artista, el cual fue uno de los mayores atractivos para el público.
cvtp