Exposición muestra diseños textiles hechos por Matisse
MÁS QUE PINTOR. Su obra textil no es muy amplia, en parte debido a la avanzada edad a la que comenzó a diseñar, pero también por su desconfianza a que los tejedores no respetaran la idea original de sus bocetos. (Foto: Extraída de musees-troyes.com )
El museo de Arte Moderno de Troyes (noreste de Francia) inauguró hoy una exposición dedicada a uno de los grandes del arte moderno del siglo XX, Henri Matisse,
en la que a través de pinturas, diseños, papeles pintados y tapicerías
refleja la parte menos conocida de su obra, su creación textil.
El
pintor, de cuya muerte se cumplen 60 años, estuvo influido siempre por
los ambientes relacionados con la cultura de las telas, desde sus
abuelos, que eran tejedores, hasta su propia ciudad de origen, Cateau-Cambrésis (noreste de Francia), conocida por la importancia de su industria textil.
Estas
influencias le dotaron desde muy temprana edad de una sensibilidad por
las formas y los colores que influyó en sus obras de arte y se plasmó
definitivamente en diseños de costura a partir de los años treinta del
siglo XX, en los que hace un viaje a Tahití a la edad de 60 años.
"En
su travesía no puede pintar porque tiene una enfermedad que le provoca
dolor en el brazo y los médicos le recomiendan reposo, por lo que se
dedica a descubrir nuevos paisajes y luces, que tienen una influencia
considerable en su obra y en la renovación de su trabajo", explicó el director del museo, Olivier Le Bihan.
taa
Matisse se dedicó en este
retiro a la contemplación y a la realización de diseños, se mezcló con
la población local y descubrió las telas tahitianas, decoradas con
figuras geométricas y fabricadas artesanalmente.
Este viaje le sirvió
de inspiración para realizar a su vuelta a París Papeete y Tahiti,
sus primeros grandes diseños para el mundo textil, dos versiones de la
misma imagen de las cuales solo la primera será tejida, por el
empresario tapicero Marie Cuttoli.
En el primero utilizó colores
apagados, de poca intensidad y que no daban demasiado contraste,
mientras que en el segundo apostó por fuertes tonos rojos, azules y
verdes, más acorde con el estilo que pretendía conseguir.
De estas
influencias tropicales también se sirvió el francés para realizar los
paneles de papel pintado Oceanía y Polinesia, en gran parte gracias a
las fotografías que tomó en el viaje del de Marzo y el cielo.
"Como
no podía pintar a causa de su enfermedad, compró una cámara como un
turista cualquiera, con la que hizo fotos muy bellas, como pájaros en
pleno vuelo o efectos de contraste del follaje de los árboles que
utilizó para sus diseños", comenta el director del museo.
En la
materialización de sus ideas juegan un papel importante las Manufacturas
Nacionales, como la de Beauvais, que fue la encargada de elaborar los
tapices de Polinesia, de los que existen las versiones cielo y mar
y que fueron fabricados en diferentes tonalidades de azul y blanco.
La
otra gran fábrica francesa especializada en estos tejidos era la de
Gobelins, creada por el rey Luis XIV, y que fue la encargada de fabricar
el tapiz de Mujer con laúd (La Femme au luth), una pintura del
holandés Johannes Vermeer que Matisse adaptó para la ocasión.
Su obra
textil, no obstante, no es muy amplia, en parte debido a la avanzada
edad a la que comenzó a diseñar, pero también por su desconfianza a que
los tejedores no respetaran la idea original de sus bocetos.
Las
piezas presentes en la muestra proceden principalmente del museo
departamental de Cateau-Cambrésis, pero también han prestado sus obras
el Centro Pompidou de Arte Moderno de París, el museo de Bellas Artes de
Chartres y el museo Matisse de Niza.
Fotografías, autorretratos y
bocetos del autor que permitirán redescubrir a uno de los más
importantes autores del arte moderno hasta el 19 de octubre, cuando la
muestra será trasladada a la ciudad natal de este genio de las artes
plásticas.