Stéphane Lissner dirigirá la Ópera de París en 2014
Carrera. Unánimemente celebrado como uno de los más precoces, brillantes e internacionales directores franceses, el también ex director del Teatro del Châtelet de París (1988-1997) fue nombrado en octubre de 2012 para este nuevo puesto, con el que prensaba regresar a su país de origen en 2015. . (Foto: Archivo/AP )
El ex superintendente de la Scala de Milán y ex director del Teatro Real de Madrid, Stéphane Lissner, tomará sus nuevas funciones como director de la Opera Nacional de París un año antes de lo previsto, el próximo mes de agosto, informó hoy la institución en un comunicado.
Lissner, quien tras un breve y polémico paso por el Real, terminado en febrero de 1997, dirigió el Festival de Aix-en-Provence (1998-2006) y codirigió, junto al director de escena británico Peter Brook, el Teatro de Les Bouffes du Nord de París, sucederá a Nicolas Joel el 1 de agosto de 2014, precisó la nota.
Unánimemente celebrado como uno de los más precoces, brillantes e internacionales directores franceses, el también ex director del Teatro del Châtelet de París (1988-1997) fue nombrado en octubre de 2012 para este nuevo puesto, con el que prensaba regresar a su país de origen en 2015.
El nombramiento, el pasado junio, del austríaco Alexander Pereira al frente de la Scala de Milán, permitió acelerar el calendario y facilitó su aterrizaje en París un año antes.
Entre ellos el Real, donde está a punto de hacerse oficial que el director artístico del Liceo de Barcelona, Joan Matabosch, sucederá al belga Gérard Mortier, a quien precisamente Nicolas Joel reemplazó en 2009 al frente de la Opera de París.
Una institución donde la renovación será total el 15 de octubre de 2014, pues Brigitte Lefèvre dejará las riendas del Ballet Nacional y de la programación coreográfica en manos de quien fuese uno de sus bailarines estrella, el también coreógrafo francés Benjamin Millepied, esposo de la actriz Natalie Portman.
El nombramiento de Millepied, anunciado en enero de 2013, fue ya decidido por Nicolas Joel junto con Lissner, con el acuerdo de la ministra socialista de Cultura, Aurélie Filippetti.
El comunicado divulgado hoy subraya que con el objetivo "de garantizar la plena coherencia de dirección del establecimiento", y de acuerdo con Filippetti, Nicolas Joel dejará sus funciones un año antes de que termine su contrato.
La nota resalta, igualmente, que en los cinco años de su mandato entraron en el repertorio obras maestras como La Gioconda o Francesa de Rimkini, se presentó un Ring completo, por primera vez en 57 años, y fue nombrado director musical Philippe Jordan.
Aunque a menudo los montajes programados por Nicolas Joel, en gran contraste con la audacia de Mortier que le precedió, eran tachados de excesivo clasicismo, el público respondió a sus decisiones llenando la Opera de París hasta el 96 por ciento en 2012.
Se da por hecho que la Opera de París retomará la osadía y la calidad programadora de la era Mortier, que en cierta forma caracteriza igualmente el trabajo de Stéphane Lissner.
En 2012, su nombramiento fue anunciado al día siguiente de que Nicolas Joel criticase en una entrevista al Journal du Dimanche los ajustes presupuestarios programados por el Gobierno, que en su opinión podrían conllevar "consecuencias nefastas para la programación artística" y para el empleo.
Como ya hiciese en Milán, este ajuste presupuestario será uno de los retos que deberá vencer Lissner en su nuevo puesto.
El futuro director de la Opera de París anunció ya su intención de "venir solo" y de mantener en su puesto a Philippe Jordan, uno de los éxitos indiscutibles de su predecesor, quien también logró un "importante aumento de los recursos propios y calmó el clima social", destacó hoy la Opera de París.
En la actualidad mil 500 personas trabajan en las dos sedes de la Ópera Nacional de París, el Palacio Garnier, situado en el corazón histórico de París, y la Ópera de la Bastilla, que el presidente socialista François Mitterrand hizo construir en el distrito XII de París, marcadamente popular.
sc
El anuncio coincide con un momento en el que otros grandes coliseos europeos están renovando sus respectivos dirigentes.