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Mínimo uso de software contra plagio en México

Alida Piñón| El Universal
00:05Martes 20 de agosto de 2013

Ante la alarmante proliferación del plagio en la actualidad, existen software comerciales o gratuitos con aplicación académica que pueden realizar la labor de detección en los trabajos escolares y en cualquier otro tipo de documento, como es el caso de Safe Assign. Tomada de safeassign.com

En México el plagio no es un delito porque no está tipificado en la legislación mexicana ni en la Ley Federal de Derecho de Autor. (En la imagen, el portal Compilatio, otra de las herramientas que ayudan a detectar plagios). Tomada de compilatio.net

Copyscape, de acceso gratuito, también revisa textos que están en la red y verifica si hay similitudes. Tomada de copyscape.com

Turnitin, de uso comercial, permite comparar trabajos realizados entre diversos estudiantes, aunque su costo puede ascender a más de 100 mil pesos. Tomada de turnitin.com

Plagiarism es un sitio que permite localizar e identificar documentos plagiados a partir del análisis de diferentes fuentes. Tomada de plagiarism.com

OPINIÓN. "Mientras no haya principios éticos entre alumnos y profesores, será insuficiente cualquier medida jurídica" Adriana Berrueco, académica FCPyS. (Foto: BOLIGAN )

El auge de internet ha generado también un incremento en la copia sin respetar el derecho de autor; para frenar el problema se han creado herramientas tecnológicas, pero su uso es incipiente en el país

ana.pinon@eluniversal.com.mx

Legislación, educación ética y nuevas tecnologías son formas para combatir el plagio académico, sin embargo, la legislación en México no tipifica el plagio como un delito y todavía es muy limitado el uso de software o programas para detectar y combatir los plagios.

Plagiar, según especialistas, se ha convertido en una epidemia, al parecer, incontrolable. Una práctica que está lejos de ser nueva pero que desde la aparición de internet ha proliferado de forma alarmante. El copy-paste o "copia y pega" ha generado que estudiantes se conviertan en licenciados y vayan escalando en grados académicos y en prestigio a costa de las ideas de otros.

En México el plagio no esta establecido en la Ley Federal de Derecho de Autor. Así, esta falta se convierte en un problema de ética.

El doctor Manuel Becerra Ramírez, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, en el ensayo El trabajo académico, plagio y derechos de autor, publicado por la Universidad, escribe: "La academia no gana nada con el plagio, sólo produce simulación, engaño y estancamiento o retroceso académico". Si esta práctica es una preocupación real y constante, ¿cómo detectarlo?, y ¿cómo prevenirlo?

El académico de la UNAM, Guillermo Roquet García, en la investigación Fraude y plagio académico en los ambientes virtuales de aprendizaje, advierte que existen muchos indicadores que ayudan a los profesores a saber si sus alumnos han incurrido en esta práctica, como el dominio del tema que le permita saber que una idea ya ha sido escrita por otro autor, pero también existen software comerciales o gratuitos con aplicación académica que pueden realizar la labor de detección en los trabajos escolares y en cualquier otro tipo de documento.

Guillermo Roquet García expone que algunos de los más utilizados son: Approbo, una aplicación gratuita que permite detectar qué parte de un escrito ha sido producto de la copia y de qué lugar de la web se ha extraído; Copyscape, de acceso gratuito, revisa textos que están en la web; Nimisis, de carácter comercial que es recomendada para profesores que quieren detectar el plagio escolar; EducaRed Antiplagio, es un sitio que permite localizar e identificar documentos plagiados a partir del análisis de diferentes fuentes, al igual que Plagiarism.

Plagiarism Detect.com, es un sitio gratuito con el que se puede revisar cualquier archivo de texto, hoja de cálculo o presentación, y determinar los sitios donde se localiza información similar; Turnitin, de uso comercial, permite comparar trabajos realizados entre diversos estudiantes, aunque su costo puede superar los 100 mil pesos. Otros software similares son Eve Sistema de detección de plagios, Safe Assign, WCopyfind y Antiplagio, utilizado en algunas universidades de España. Todos están disponibles en internet.

En dos de las universidades públicas más importantes del país, la UNAM y la UAM no son utilizados como medida institucional, pero sí se han difundido entre profesores gracias a trabajos de investigación como el de Roquet García.

En México sí existe una universidad que utiliza un software de manera institucional: de acuerdo con la Coordinación de Información de la Universidad Iberoamericana hay una herramienta en la plataforma Blackboard que identifica textos copiados de alguna posible fuente no citada, incluso en la institución se ofrecen talleres a los docentes para aprender a utilizar el programa; y cada profesor utiliza herramientas como buscadores de internet.

La prevención, ¿medida eficaz?

La doctora María José Arroyo de la Coordinación de Información Institucional de la Universidad Autónoma Metropolitana dice en entrevista que el plagio en el que incurren los estudiantes es una preocupación permanente entre los profesores de la institución.

"Son los mismos académicos quienes están utilizando buscadores de internet para detectar si uno de los trabajos es producto parcial o total de un plagio, porque nuestra preocupación es real y permanente. Pero, nuestra actitud es más propositiva que reactiva, por ejemplo un maestro les indica a sus alumnos que conoce lo que está publicado en la red (sobre determinado tema) porque maneja bien la información y puede detectar si algo no es de su autoría, además les advierte que si hay dudas les preguntará sobre sus fuentes de información", dice Arroyo.

Para la especialista en derecho de autor y académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Adriana Berrueco, legislar sobre este problema no es la solución, pero sí lo es la prevención por eso, dice en entrevista, se debe fortalecer una cultura del derecho de autor. "Mientras no haya principios éticos tanto entre los alumnos como entre profesores, será insuficiente cualquier medida jurídica".

Berrueco ha dado clases durante 20 años en la Facultad y explica que al menos en la Coordinación de Ciencias de la Comunicación se ha pedido a los asesores de tesis que se comprometan a que los trabajos que se entreguen no violen los derechos de autor de ninguna persona. Dice que no se han tenido reportes de plagio en las investigaciones de los estudiantes.

La también investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM explica que en su experiencia como asesora de tesis, sólo trabaja en temas que son de su dominio, se mantiene actualizada en los campos de su investigación y exige a los alumnos que lean las tesis relacionadas con el tema que investigarán. "A veces los plagios pueden ser involuntarios porque es posible que dos personas en diferentes épocas o lugares hayan pensado lo mismo, por eso una vez que se conoce todo lo que se ha escrito sí se pueden aportar conocimientos nuevos", explica.

Problema de ética

Acerca del plagio, escribe el doctor Becerra Ramírez, si bien no existe una mención expresa en la ley, sí existe un valor ético que prohíbe que alguien se atribuya como propio un trabajo o una expresión que no es suya, eso independientemente de que se recurra a la normatividad en materia de derecho de autor. En su investigación "El trabajo académico, plagio y derechos de autor", el especialista en derecho de autor asegura que si bien no hay leyes que lo tipifiquen, sí se puede recomendar a los estudiantes y a los maestros que haya un mayor rigor científico-académico en la creación de obras.

El buscador de Google detecta 4 mil 640 páginas que contienen las palabras "plagio académico" y sólo 901 con las palabras "detectar plagio académico". El periódico El País tiene catalogadas las noticias que ha publicado con la palabra "plagio", referentes a acusaciones y sanciones a funcionarios, políticos, estudiantes, doctores que se han adjudicado textos que no eran suyos para obtener grados académicos, empleos o mejores calificaciones.

Nadie se salva. Altos funcionarios en países como Alemania han sido destituidos de sus cargos al descubrirse que plagiaron, por ejemplo, en sus tesis doctorales; estudiantes de prestigiosas universidades como Harvard también han tenido que ser investigados. Estos casos han sido registrados por la prensa porque se convirtieron en escándalos y, en la mayoría de las veces, sentaron precedente.



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