"La poesía debería tener un gran papel en el mundo"
yanet.aguilar@eluniversal.com.mx
GUADALAJARA.— A sus 90 años, Yves Bonnefoy, ganador del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2013, es un poeta joven y al tiempo un escritor consagrado. Lo califican como “uno de los poetas esenciales del mundo contemporáneo” y más aún “el poeta más importante, no sólo de Francia sino del mundo”.
El escritor “original e indiscutible” que en México es muy conocido por la comunidad de poetas, aunque no por el gran público, dijo ayer vía telefónica desde París, ciudad donde radica, que “la poesía debería tener un gran papel en este mundo, sobre todo en la democracia, porque permite la relación de intercambio, el conocimiento recíproco entre las personas”.
Quien fuera amigo de Breton y seguidor del surrealismo, que ha sido catalogado como un poeta metafísico, es considerado por el jurado del Premio que se otorga desde 1991, como autor de “una poética muy sofisticada en contraste con una edición sencilla, que renueva el lenguaje de las artes contemporáneas a cuyo análisis ha dedicado títulos fundamentales del pensamiento”.
El premio para Bonnefoy es incuestionable, es un autor original y con una obra de gran calidad; así también fueron los dos aspectos que cuidaron 100% los integrantes del Jurado de la edición 23 del Premio que presentó reglas nuevas en su convocatoria y otra mecánica de designación del Jurado, ahora a cargo de la recién creada Comisión de Premiación y con un claro principio: premiar la totalidad de la obra de un escritor, que sea original e incuestionable.
El plagio, ya es historia
El jurado compuesto por siete reconocidos críticos literarios y escritores: Esperanza López Parada (lengua española), Hugo Gutiérrez Vega (lengua española), Horacio Costa (lengua portuguesa), Simona Sora (lengua rumana), Benedetta Craveri (lengua francesa), Mariapia Lamberti (lengua italiana) y Pascal Gabellone (lengua italiana), se planteó distanciarse de la polémica que el año pasado se generó cuando el peruano Alfredo Bryce Echenique fue electo en medio de acusaciones de plagio literario y periodístico.
En nombre del Jurado, el poeta mexicano Hugo Gutiérrez Vega dijo: “Después del año pasado valía la pena recuperar el prestigio del premio y se le da al que en mi opinión es ahora el poeta más importante no sólo de Francia sino del mundo”.
Reconoció que cumplieron las nuevas bases que impone la convocatoria e hicieron una mayor investigación para seleccionar al ganador, entre los 36 escritores que fueron postulados por 16 instituciones culturales y educativas de los distintos países en lenguas romances.
“Siendo tan discutible el ganador del año pasado, para esta edición se tomó en cuenta la originalidad, además, que se tratara de alguien absolutamente incuestionable. Había varios candidatos por supuesto, estaba (Claudio) Magris y (Roberto) Calasso, de los italianos; Augusto de Campos, de los brasileños, Eduardo Lizalde, de México; pero el nombre de Bonnefoy pues nos dejó paralizados, la decisión fue unánime”.
Incluso Bonnefoy sabe de la importancia de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, institución que otorga el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, pero desconoce la polémica del año pasado en torno a las acusaciones de plagio contra Alfredo Bryce Echenique.
La obra de un traductor y crítico de arte
El narrador, poeta y crítico de arte francés, nacido en Tours, Francia, el 24 de junio de 1923, que es autor de una obra monumental que incluye libros de poesía, cuentos, de arte y ensayos como La segunda simplicidad, Lo improbable, La verdad de la palabra, y La nube roja, confesó que tiene una relación con la poesía española. “De joven hice varias lecturas de poetas españoles, sobre todo (Federico García) Lorca y algunos poetas del Siglo de Oro como Góngora, y más tarde conocí la poesía de Homero Aridjis y Elsa Cross, para quien hice el prólogo a un libro; lo que pude ver en esos poetas de lengua española fue una resonancia de la poesía de Rimbaud”, afirmó quien es considerado en su país “un poeta solitario”.
Se declaró amigo de Octavio Paz, consideró como “un signo de amistad y de convivencia” la concesión del Premio FIL. Manifestó la relación estrecha que tiene su poesía con la pintura: “La poesía intensifica y potencia a las palabras, de la misma forma que lo hacen los pintores con las imágenes, veo un paralelismo entre poesía y pintura”.
El autor, que en México ha publicado en Letras libres y Vuelta, y algunos de sus poemas han aparecido en La Gaceta del Fondo de Cultura Económica, que tiene libros editados en español por Hyperion y Pre-Textos, y que incluso Planeta ha editado los seis tomos de su Diccionario de las mitologías y las religiones, dijo que lo que más le preocupa del mundo actual es la esfera de la violencia que estamos viviendo y la injusticia, el daño que esta sociedad contemporánea le está haciendo al planeta y el futuro que le espera a éste.
De México dijo: “Es difícil expresarse brevemente sobre un gran país y una gran civilización como es México, pero si debiera describirlo con una sola palabra sería luz y más luz; veo en México una gran luz solar que repercute a través de las voces de los poetas mexicanos luminosos”.
Yves Bonnefoy habló del futuro de las lenguas romances, del potencial de la lengua española por su número de hablantes; también de la proximidad entre la lengua francesa y la española mediante la poesía que “borra esas barreras artificiales que parecen separar las edades y las lenguas”; compartió sus proyectos: la publicación del libro de poemas La hora presente, donde él se cuestiona acerca del lugar de la palabra en la sociedad actual; y el libro de relatos en el que trabaja, basados en los sueños y en la palabra inconsciente.
El poeta francés recordó que cuando fue informado por Gutiérrez Vega de que había ganado, señaló: “Lo último que supe es que invadimos México en el Siglo XIX”, entonces el poeta mexicano le reviró: “Vuelva usted a invadirlo”.
Bonnefoy recibirá el galardón, dotado de 150 mil dólares, en la inauguración de la FIL, que se realizará del 30 de noviembre al 8 de diciembre.