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Guardan minuto de silencio por Guillermo Tovar

Agencia EL UNIVERSAL| El Universal
16:22MÉXICO | Lunes 11 de noviembre de 2013
Guillermo Tovar es autor de libros como

Obras. Guillermo Tovar es autor de libros como "La ciudad de los palacios: crónica de un patrimonio perdido" y "Pintura y escultura del Renacimiento en México" . (Foto: Archivo )

Durante la inauguración del Coloquio Internacional Voces, María Teresa Franco, directora del INAH, pidió rendirle honor a quien a los 11 años fue designado cronista de la ciudad

Durante la inauguración de Coloquio Internacional de Voces, guardan un minuto de silencio por la memoria del historiador y cronista de la Ciudad de México, Guillermo Tovar y de Teresa, quien falleció el domingo a los 57 años de edad, debido a una hemorragia interna.

La directora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), María Teresa Franco, luego de solicitar ese minuto de silencio destacó que Guillermo Tovar "fue un ser extraordinario, irrepetible, genial de muchos modos, quien a los 11 años de edad fue designado cronista de la Ciudad de México".

Guillermo Tovar y de Teresa fue un gran historiador, un enorme promotor de la cultura y ciertamente un defensor del patrimonio cultural de México y de Iberoamérica, ligado indefectiblemente al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), expresó Franco, durante la inauguración del Coloquio Internacional Voces y raíces de la identidad 10 años de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial: Avances y perspectivas.

Franco recordó que los inicios de Guillermo Tovar y de Teresa en el INAH se remontan a 1967 cuando fue invitado a colaborar por el historiador Jorge Gurría Lacroix y se desempeñó al lado de investigadores como Antonio Pompa y Pompa, Xavier Moyssén y Constantino Reyes-Valerio.

Citó que de la pluma de Guillermo Tovar salieron innumerables libros, entre ellos "La ciudad de los palacios: crónica de un patrimonio perdido", "Pintura y escultura del Renacimiento en México" y diversas historias sobre la capital mexicana.

Expresó que "lo que se debe recordar del historiador fue la pasión enorme con la que se desempeñó toda su vida y su combate señero por el patrimonio cultural, quizá se centró más en el mundo novohispano, pero sabía del mundo prehispánico del país y daba un peso enorme al patrimonio intangible de México".

Franco recordó con cariño cómo Guillermo Tovar era un virtuoso al silbar, "conocía la música popular iberoamericana, primero se documentaba acerca de ella y después la hacía muy divertida. Lo quise mucho y además de darle un sentido pésame a sus hermanos y en especial a Rafael Tovar, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), quisiera revivir sus combates por el patrimonio cultural de México".

Guillermo Tovar y de Teresa creció en la ciudad de México, en una casa ubicada en la calle de Jalapa, de la colonia Roma. Comenzó a leer a los cinco años, antes de entrar a la escuela, y contaba que de niño, asistía a las tertulias que se realizaban en casa de Ernesto de la Peña, donde se conocieron sus padres; ahí se leía a los autores clásicos grecolatinos y pudo convivir con personajes como Luis Barragán, Mathias Goeritz y Chucho Reyes.

Desde temprana edad accedió a las lecturas de personajes destacados de la vida cultural del país, como Lucas Alamán, Vicente Riva Palacio y Justo Sierra. "Un niño con alma secular sintió la gravitación de toda la historia derruida y se propuso retenerla", escribió Enrique Krauze.

A los 13 años conoció al escritor Octavio Paz, con quien compartiría su fascinación por Pegaso, el caballo alado. "La suya es una contribución esencial a la historia de las ideas que han formado a nuestra cultura y a nuestra nación", comentó el Premio Nobel de Literatura sobre la obra del acucioso investigador.

En 1985 fue nombrado oficialmente cronista de la capital, pero en 1987 propuso la creación del Consejo de la Crónica de la Ciudad de México, donde invitó a personajes como Octavio Paz, Rufino Tamayo y José Luis Martínez, entre otros.

En septiembre pasado, impulsó la formación de un grupo ciudadano para defender la escultura ecuestre de Carlos IV, obra de Manuel Tolsá, conocida como "El caballito", afectada por la polémica restauración de un grupo de trabajadores contratados por el Fideicomiso del Centro Histórico. De este modo, confirmaba una vez más su vocación inquebrantable en defensa del patrimonio cultural de los mexicanos.

Guillermo Tovar y de Teresa murió el domingo 10 de octubre en la Ciudad de México a los 57 años de edad, debido a una hemorragia interna, informó su hermano mayor Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Conaculta.

 

rqm



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