Con aplausos de alumnos y familiares se recibió el cuerpo de la bailarina y coreógrafa Guillermina Bravo, en el salón de ensayos "Martha Graham" del Centro Nacional de Danza Contemporánea (CENADAC), institución que fundó la maestra en Querétaro en 1991.

Guillermina Bravo falleció ayer a las 19:00 horas en la ciudad de Querétaro. Hasta el momento se contempla que sus restos sean velados en el CENADAC hasta las tres o cuatro de la tarde, posteriormente se trasladarán a la Ciudad de México para ser velados en la funeraria Gayosso Sullivan.

Además, mañana se le realizará un homenaje de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes entre 12 y las 14 horas.

"Mi madre decidió que su urna estuviera en la Catedral Metropolitana, en el centro de su gran ciudad, aunque quería mucho a Querétaro", comentó a EL UNIVERSAL Claudia Sánchez Bravo, hija de la coreógrafa considerada un icono de la danza mexicana.

Sus hijos Claudia y Lucio Sánchez Bravo, así como los maestros y bailarines Antonia Quiroz y Miguel Ángel Añorve al igual que alumnos del Colegio Nacional de Danza Contemporánea y del Centro Nacional de Danza Contemporánea, estuvieron presentes al momento que arribó el féretro con el cuerpo de la bailarina.

Personalidades de la cultura queretana se han hecho presentes en el CENADAC, José Guadalupe Flores director de la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro. Además, se espera el arribo del Gobernador José Calzada Rovirosa.

Guillermina Bravo es considerada la figura más relevante de la danza mexicana en el siglo XX y fue protagonista indiscutible del movimiento nacionalista que dio rostro al México post revolucionario.