Es una gratísima sorpresa el Premio Cervantes para la escritora Elena Poniatowska comentó la también escritora Mónica Lavín. "Ha dado voz a un tiempo de México; a partir de los años 60 le ha tomado el pulso a los grandes avatares de nuestra historia contemporánea, ha dado voz a los sin voz, a mujeres extraordinarias en la historia de la cultura, a vidas extraordinarias".

Lavín comentó que en lo personal lo que más le gusta de la obra de Poniatowska es el tono de sus entrevistas, un tono aparentemente ingenuo, que es un tono que observa, mira, capta desde lo cotidiano, un tono con mucha frescura, la frescura  la sigue caracterizando.

"Su manera de seguir trabajando, arriesgándose, explorando y no parar trabajando con el español y con el asombro , es lo que ahora resulta con este premio que nos hace muy felices a los mexicanos, a las mujeres, al mundo de habla hispana", dijo en entrevista.

Para Lavín, Elena ha sido una mujer que como muchas otras ha llevado no una doble, sino hasta una triple y más jornadas: ha sido mamá, esposa, trabajadora incansable, y ha atendido las causas sociales.

"Elena rara  vez  tiene un no. Siempre está dispuesta y por eso se le quiere. Ha generado muchísimo afecto, muchísima popularidad, también gracias a ella se han formado lectores porque su figura es inseparable de sus libros. Siempre está de manera afable, denunciado, comprometida, en este caso comprometida con la palabra. Y estar comprometido con la palabra es estar comprometido con la condición humana a través de la literatura, con nuestras fragilidades y grandezas. Ella tiene la cualidad de que es siempre joven en sus asombros y en su manera de trabajar", afirmó Mónica Lavín.