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"Una cada 12 días. 20 años más tarde, una cada 20 horas". Es la consigna del musical "Bola Negra", una obra que protesta contra los feminicidios en Ciudad Juárez, estrenada hoy en el Festival Internacional Cervantino.

En esta instalación teatral, que interviene el documental realizado por la compositora Marcela Rodríguez y el escritor Mario Bellatin, nueve jóvenes alzan la voz contra el horror que ha convertido a esa ciudad fronteriza en una de las más peligrosas del país.

Dirigida por Jesusa Rodríguez, la puesta en escena es la segunda parte de un proyecto que comenzó hace año y medio y tuvo como primera etapa un documental basado en un cuento de Bellatin.

La cinta, filmada con jóvenes de Ciudad Juárez está dedicada a la nueva generación y habla de "la herencia terrible que les estamos dejando a nuestros hijos, que es un país devastado, un país de violencia", explica Marcela Rodríguez.

La obra, añade la compositora, representa de manera abstracta el horror detrás de los asesinatos de las mujeres en Ciudad Juárez, cuya realidad se ha extendido en todo el país.

"Es una realidad en todo el país. Nos hemos dado cuenta ya con los años de que no solamente sucede ahí sino en muchas partes del país, la realidad no ha cambiado, lo que ha cambiado es la información porque hubo un pacto de disminuirle a la violencia en cuanto a información; eso puede estar bien para que la gente no se levante con que aquí hubo ayer 14 muertos, antier cinco, en los periódicos eso ha bajado, pero no quiere decir que la situación haya cambiado", comenta.

En su estreno, en el Auditorio de Minas de esta ciudad, la puesta en escena conmovió a algunos e inquietó a otros. En la breve charla ofrecida después del evento, un espectador originario de Ciudad Juárez cuestionó el que ese lugar fronterizo sea considerado como "el centro de perversión, de la inmoralidad y del crimen", cuando se trata de un problema nacional.

Pero para otros, la pieza muestra cómo un tema tan ácido sólo puede ser abordado desde el arte y desde ahí hacer propuestas.

"La gente en Ciudad Juárez se queja de que su tragedia ha sido utilizada por ONG´s, por gente que vive de este movimiento de defensa, lo cierto es que en 20 años vamos peor, a mi me interesó el trabajo desde que lo vi y me pareció atractivo porque apela al instinto, no a la razón, sino a nuestro instinto de supervivencia, lo único que nos puede salvar cuando las cosas se han puesto mal", agregó Jesusa Rodríguez.

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