Se acercan a los milagros en el Día de la Candelaria
Video. Las condiciones sociales y de seguridad de la ciudad y el país han provocado que las tradiciones como vestir al Niño Dios se renueven; el vestuario de policía sigue siendo de los más solicitados
geovana.royacelli@eluniversal.com.mx
Las condiciones sociales y de seguridad de la ciudad y el país entero han provocado que las tradiciones como vestir al Niño Dios se renueven, este año la última tendencia es vestir a Jesús de migrante, y el vestuario de policía sigue siendo de los más solicitados.
Andrés Medina Hernández, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que las imágenes del Niño Dios representan los símbolos a los que la gente acude como cultos locales o momentos de coyuntura social o política.
“El niño migrante hace referencia a situaciones que la gente vive y pide el apoyo de las fuerzas religiosas para que salgan como ellos esperan. Vestir al niño de policía refleja la necesidad de la sociedad y la situación de inseguridad que se vive en todo el país”, afirmó el experto.
Actos de fe
Al Niño Dios se le atribuyen milagros. A la figura que viste un atuendo sencillo —hecho de mezclilla, camisa a cuadros y gorra— se le pide guiar el camino de quienes abandonan el país en busca de un mejor futuro; es Jesús, “el niño migrante”.
En la calle Talavera, en la colonia Centro, cerca del Barrio de la Merced, hay negocios dedicados a vestir al Niño Dios en víspera de la celebración del Día de la Candelaria.
Los fieles pueden gastar entre 100 y 500 pesos en vestir a su niño.
La última tendencia entre los comerciantes es el atuendo de migrante y el de policía. El “niño del perdón” sigue como uno de los preferidos y más tradicionales.
En el número 10 de Talavera está Guadalupe Calderón, quien se dedica a engalanar niños desde que tenía 16 años. Contó que la gente pide los diseños de acuerdo a sus tradiciones.
“El ‘niño migrante’ nos lo han solicitado desde hace tiempo y se empezó a elaborar el año pasado porque tenemos muchos connacionales que se van a Estados Unidos y la gente quiere mandarles al niñito o el traje”.
Guadalupe aseguró que el niño es milagroso, incluso que “la tradición se está yendo a Estados Unidos. Hay muchas personas de provincia y del DF que se van de braceros y todos buscan que el niño abogue por ellos”.
El “niño migrante” viaja a todo el país, porta una cruz y la imagen de la Virgen de Guadalupe para protección. “Ha tenido éxito, igual que los de futbolistas y el de policía, que también piden mucho. A la gente le gusta verlos hermosos”, dijo Guadalupe.
Las historias que recuerda la mujer sobre el “niño migrante” son que sirvió de guía para quienes atraviesan fronteras. “Los lleva por camino salvo. Es lo que nos cuenta la gente que viene a comprar sus vestiditos”.
Javier Cortés, desde hace 15 años, viste y repara niños Dios en Azcapotzalco.
Contó que “este año apenas salió el ‘niño migrante’, generalmente lo compra quien tiene una persona trabajando en Estados Unidos, y lo hace porque tienen fe en el viaje de esa persona y para que le vaya bien y lo guíe”.
Tradición citadina
El antropólogo Andrés Medina Hernández explicó que vestir al niño Dios es una tradición de todo el país, pero es en el Distrito Federal donde está más arraigada, sobre todo en la zona sur de Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta, donde los pueblos originarios tienen mayor presencia.
“Lo curioso de la Ciudad de México es que tiene la tradición más arraigada y también la más oculta.
“Aquí hay una tendencia de ignorar o borrar la raíz mesoamericana porque se relaciona con lo indio, y la tendencia racial de este país tiende a ocultarla”, explicó.