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“Las personas de la comunidad LGBTTTI en algún momento de nuestra existencia vivimos discriminación, invariablemente”, lamenta Sinayini Ruiz, de 29 años. Cuenta que en su adolescencia iba a una escuela católica y sus compañeras la molestaban, incluso en un plantel le hicieron firmar un papel que la comprometía a “no tener conductas inapropiadas”.

La hicieron pasar hasta por sicólogos hasta que a los 15 años se asumió como lesbiana. Se convirtió en activista por los derechos sexuales y reproductivos y también es baterista en una banda de rock.

Su nombre fue conocido en noviembre del año pasado cuando decidió junto con su pareja, Alicia, no callar y denunciar una agresión verbal y física que sufrió sólo por besarse cuando viajaban en el Metro.

Un hombre, de 74 años, les dijo que “eran unas cochinas” y que lo que hacían era una falta a la moral, por lo que soltó dos golpes en la espalda de Alicia. Fue presentado ante el Ministerio Público pero liberado en atención a su avanzada edad, sin embargo, la pareja procedió a interponer una denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), por discriminación.

“Decidimos seguir con la denuncia porque queremos hacer valer la ley y porque la homofobia todavía está presente, desde niños”, asegura vía telefónica Sinayini, horas antes de presentarse con la banda Crax en un concierto, en la Comisión de Derechos Humanos del DF, con motivo del Día Contra la Homofobia.