Entrevista Me siento con el deber cumplido en la capital
Video. Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno del DF, habla de los asuntos que ha marcado su gestión en lo que va en este primer año de mandato
OPINIÓN. La ciudadanía debe tener muy claro que estamos a veces enfrentándonos a grupos que no buscan manifestación. Hay grupos que están buscando la confrontación y el daño a la ciudad. (Foto: MIGUEL ESPINOSA EL UNIVERSAL )
david.aponte@eluniversal.com.mx
La salita contigua a su despacho tiene cuadros con caricaturas de su rostro, monos de su delgada figura. Una de ellas con un tigre, la Ciudad de México, al acecho de su espigada figura. En una mesa se encuentra un guante amarillo de box gigante con la firma de algunos viejos boxeadores nacidos en el DF: Rafael Bazooka Limón, Carlos Zárate, Carlos Zárate Jr., Édgar Sosa y Juan Paredes.
Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, llega a la sala con traje azul marino, camisa blanca y corbata roja a rayas. Desde el interior del viejo Palacio del Ayuntamiento se escuchan los ensayos de la banda que va a animar la noche del Grito de la Independencia. Ya no hay carpas de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en la plancha del Zócalo. Tan pronto se sienta, habla del cansancio de las jornadas de trabajo, provocadas por las acciones de los profesores en las calles de la capital del país.
Dos temas le dan vuelta todo el tiempo: el bar Heaven y los profesores disidentes a la reforma educativa, un tema de orden nacional, dice. Son, acaso, los asuntos que han marcado su casi primer año de gobierno. Son los que le han pegado en la línea de flotación de su gobierno, en su imagen, en su aprobación, muy alta al principio, que se ha visto mermada entre mayo y septiembre.
Agolpados los problemas, asegura en entrevista con EL UNIVERSAL, que se la está jugando para darle seguridad a los habitantes de la Ciudad de México y que no quiere a los maestros de la CNTE de nueva cuenta en la Plaza de la Constitución.
“En la parte de seguridad, pues nos enfrentamos al asunto del Heaven, que se volvió extremadamente mediático, obviamente con una complicación de percepción importante, pero con la línea que siempre hemos manejado, que finalmente se van asentado los trabajos y va hacia lo que siempre hemos afirmado, que es no impunidad, en el evento que se dé y cómo se dé”.
Mancera habla tras 9 meses al frente del gobierno del DF, en la víspera de su primer Informe de Gobierno, casi un año de administración que ha navegado entre la seguridad, versiones de ruptura con el ex jefe de Gobierno Marcelo Ebrard, pleitos en el PRD y críticas por su cercanía con el presidente Enrique Peña Neto. En la conversación enfatiza su interés en la seguridad pública.
“Lo que tienes que hacer es seguir trabajando para que la ciudad sea cada vez más fuerte y tenga mayor capacidad de respuesta de investigación; no descuidar las líneas de la causa-efecto, porque si en el caso Heaven nos dedicamos sólo a la parte policiaca y de procuración de justicia y no entramos a una tarea fundamental que es de buen gobierno, pues simplemente por ahí (vamos) pateando el bote”, menciona.
“El asunto de la CNTE, ¿qué puedo decir? Pues es producto de una reforma constitucional. Creo que queda para los análisis de la historia esta modificación al sistema educativo, pero nos tocó a nosotros. La ciudad es la concentración política, aquí están asentados los Poderes de la Federación, y aquí es donde se dio la mayor concentración y muestra de rechazo a esta política. No quiere decir que no haya estado en todo el país, sin duda, pero aquí es donde tuvimos el efecto más complicado”.
—¿Pero quedó una sensación de ausencia de autoridad?
—La ausencia son tres momentos fundamentales: no desalojo de Periférico, no desalojo del aeropuerto y el segundo de aeropuerto. En el tema del primer evento del aeropuerto estaban en marcha las negociaciones. Un enfrentamiento ese día con los maestros, con más de 12 mil maestros que se encontraban en el punto de concentración, pues no sé qué resultado hubiera dejado, pero sin duda no hubiera abonado a la resolución del conflicto.
“Finalmente la acción coordinada con la Federación para la recuperación del Zócalo, se dio con un llamado previo donde la Federación, el gobierno de la ciudad y el gobierno de Oaxaca, hicimos este (planteamiento) para que pudieran salir, para que la entrada de la Policía Federal encontrará una menor posibilidad de confrontación. Creo que funcionó y el resultado hasta ahora ha sido satisfactorio”, explica el jefe de Gobierno.
Mancera recuerda que el conflicto no está resuelto y que las partes, todas, deben privilegiar el diálogo. Lo que deja claro es que no se van a permitir más acciones que afectan la movilidad y viabilidad de la ciudad.
—Para cerrar el tema de la CNTE, uno de los temas importantes de la agenda de la ciudad, ellos han anunciado que van a volver al Zócalo, ¿cuál va a ser la actitud, la acción del gobierno del DF frente a los maestros?
—Voy a conminar a los maestros a que desistan de esta intención, de tomar la Plaza otra vez, (de) afectar la vida cotidiana y de comercio de la ciudad. Creo que no es la solución.
“No estamos en contra del derecho de manifestación, del diálogo, pero reiteramos el llamado que hicimos ese día a los maestros, a través del secretario de Gobierno (Héctor Serrano), que se privilegie la comunicación, el razonamiento y que desistan, lo digo de manera responsable, respetuosa a su movimiento, a sus ideas, de afectar a la ciudad mayormente”, asegura.
El doctor en Derecho luce poco expresivo, austero en sus movimientos. Su pelo cano contrasta con sus 47 años. Es cuidadoso con un tema que parece muy espinoso: el arranque de su gobierno y el deslinde con Marcelo Ebrard.
“Es más un mito que una ruptura. Lo que advierto es que Ebrard tiene un liderazgo reconocido, tiene un trabajo, un legado igual que (Andrés Manuel) López Obrador, igual que el ingeniero (Cuauhtémoc) Cárdenas en la Ciudad de México. Todo ese capital político, de prestigio, para las diferentes personalidades que han ocupado el cargo, no puede de ninguna manera distanciarnos... Él siempre ha sido respetuoso. Más allá de algún consejo al principio, cuando estábamos en la transición (que) comenté con él, porque era natural, no ha habido ningún tipo de injerencia”, señala el actual mandatario.
El ruido de los ensayos para las fiestas patrias no parece molestarle, como lo que ocurre en el PRD, lleno de corrientes que luchan por posiciones, y una Asamblea Legislativa que tiene distintas expresiones con las que convive y una oposición, la del PAN y el PRI, a la que dice respetar. Si al Distrito Federal le va bien, a todos les va bien, dice.
Pero hay un tema que le aún le causa escozor: la reforma de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal al Código Penal para reducir el castigo a los grupos violentos que atacan en la ciudad, los que se llaman “anarquistas”.
“Creo que hay algo en que debemos todos ponemos a trabajar ¿En qué? La reforma constitucional, artículo 19, te deja perfectamente delimitado cuáles van a ser los delitos graves, porque esta es la polémica. Si estas personas deben enfrentar o no en la prisión sus respectivos procesos. Entonces, la Constitución te marca cuáles son los delitos graves: homicidio, secuestro, trata de personas y delitos violentos, que se ejerzan con violencia.
“Esto no quiere decir que quienes ataquen a la ciudad, quienes agredan a la ciudad, no encuentren otros delitos en su suma o sean reincidentes y encuentren un obstáculo para tener su libertad, es decir, los mecanismos de defensa de la ciudad deben estar vigentes, la concepción o no de que sea delito grave. Eso es algo que debemos de trabajar con la Asamblea Legislativa. Sé que hay una propuesta en la propia Asamblea para agravar la pena en los casos de ultrajes a la autoridad, que es otra forma de responder”, expone.
—De diciembre de 2012 para acá ha quedado la percepción de que cualquiera puede atacar a la ciudad, su capital, sus activos, que cualquiera puede pisotear a un policía...
—La ciudadanía debe tener muy claro que estamos a veces enfrentándonos a grupos que no buscan manifestación. Hay grupos que no están buscando la manifestación, sino la confrontación, la provocación y el daño a la ciudad… Hay grupos que se cubren el rostro, que usan cadenas, bombas molotov, que buscan con los aerosoles provocar daños mayores. Entonces, creo que contra todos esos grupos siempre habrá una línea de reacción del gobierno de la ciudad.
El caso del bar Heaven regresa a la entrevista, como un asunto que ha marcado su gobierno y porque busca poner una raya entre la actuación de la delincuencia común, de la actividad de la delincuencia organizada.
—Sin ninguna duda, el caso Heaven es un asunto de narcomenudeo, totalmente focalizado hacia el área de Tepito ¿Su desdoblamiento cuál es? Tiene que ver con estos afters, con estos antros, una lucha y un pleito por la distribución de esta droga, de esas dosis, eso es lo que pasó. ¿Qué tenemos que hacer? Estrategia regional y hablo de una estrategia compartida por toda la Zona Centro y una estrategia no solamente de la Zona Centro, sino compartida con el gabinete de seguridad federal. Es no a estos antros de manera decidida, no a la proliferación de casinos y en eso está trabajando el gobierno de la ciudad.
—En el acompañamiento con la autoridad federal ¿Cómo se ha sentido con el trabajo que se ha hecho con el gobierno federal, particularmente con el presidente (Enrique) Peña Nieto?
—En las diferentes responsabilidades que tenemos el presidente de la República y yo hay demasiados puntos de contacto. La agenda de la Ciudad de México impone una cohabitación: están los Poderes de la Federación, está el gobierno de la Ciudad de México, y tenemos algunas responsabilidades que son compartidas. Entonces, la relación con el Presidente ha sido respetuosa, institucional y cordial, eso tengo que decirlo.
Uno de los temas que busca poner en la agenda es el de la reforma política del DF, una bandera de su gobierno. Él dice que va en la ruta correcta, con el apoyo de los diputados locales y federales y senadores del PRD. “Es una idea que forma parte del Pacto por México, de los trabajos previos dentro de las diferentes fuerzas políticas y qué bueno que la voz se escuche, espero que resulte favorable este trabajo”.
—Sobre el tema de la aprobación. Usted arrancó con un nivel de aprobación muy alto. ¿Cómo se siente después de estos meses de desgaste y los temas polémicos que ya hemos hablado?
—Queremos seguirle sirviendo a la gente. A la gente no le gusta que no abras el Periférico, que no abras la calle, que ellos no puedan llegar a sus trabajos. Eso sin duda también te genera un desgaste propio. La gente puede estar molesta, lo entiendo. La gente puede preocuparse por el asunto Heaven, diría que a nivel nacional hoy se habla de más de 6 mil casos de ejecuciones en el país; en la Ciudad de México el parámetro de ejecuciones no pasa de cuatro. Estamos trabajando por la seguridad.
—¿Cambios en el gabinete y cuál sería el mensaje que le va a dar a los habitantes de la ciudad en su primer Informe de Gobierno?
—Los que se requieran y como se requieran. ¿Y qué vamos a informar? Primero, que la ciudad tiene un rumbo, que es el de la capital social; segundo, que el trabajo que se está haciendo en la ciudad ha dado frutos.
—¿Se siente contento hasta ahora?
—Me siento con el deber cumplido. Es decir, no diría que he escatimado un solo minuto de trabajo para poder dar cumplimiento a la tarea de que la ciudad esté en movimiento.
Mancera sale del salón que guarda el gigantesco guante de box amarillo. Es un deporte que le gusta, comenta uno de sus más cercanos colaboradores.