"Este lugar está lleno de malandrines, usan armas"
INCERTIDUMBRE. Las autoridades locales de Tlalmanalco desconocen quién es el propietario de el rancho La Negra, en donde se localizó la fosa. (Foto: JORGE RÍOS EL UNIVERSAL )
TLALMANALCO, Edomex.— Perros, camiones blindados, elementos federales, estatales e incluso del Ejército fue la constante en el rancho La Negra, donde el descubrimiento de un fosa podría resolver la desaparición de 12 jóvenes del bar Heaven.
Para llegar al lugar —en la carretera México-Cuautla— se toma una desviación que conduce a un camino de terracería, donde un letrero da la bienvenida al rancho La Mesa, originalmente identificado como sede del hallazgo.
Al rancho, ubicado a tres kilómetros de La Mesa, fue llevado un camión blindado de la Policía Federal, (PF) de los conocidos como “rinoceronte”, para evitar el paso a personas no autorizadas.
Un trascabo fue la herramienta para sacar los restos humanos.
La secrecía de la investigación no dejaba resquicios. Federales rodearon el perímetro para impedir que la prensa o curiosos pudieran acceder al lugar de la fosa.
Los policías y el Ejército fueron ayudados, involuntariamente, por bardas blancas de entre cuatro y seis metros de alto, así como por una extensa cortina conformada por medio centenar de pinos que son sembrados para su venta en temporada navideña.
Leticia Ponce, madre de Jerzy Ortiz, el menor de los desaparecidos (16 años) —hijo también de Jorge Ortiz, “El Tanque” (quien fuera líder de una poderosa banda de Tepito, hoy preso por diversos delitos, entre ellos narcomenudeo)— llegó en una camioneta.
La acompañaban Josefina García, madre de Said de Sánchez (19 años), hijo de Alejandro Sánchez, “El Papis”, quien también fue parte de la banda de “El Tanque”.
No quisieron hablar con la prensa. Los vidrios del vehículo dejaron al descubierto sus lágrimas. Durante dos horas permanecieron a la espera de que les abrieran el paso para llegar hasta el lugar del operativo encabezado por la Procuraduría General de la República (PGR), pero fue imposible. Pasadas las cuatro de la tarde, se retiraron para acudir a esa dependencia federal y conocer detalles sobre el hallazgo de los restos.
Se supo que a ninguna otra autoridad le permitieron el paso, ni siquiera a las de Tlalmanalco, reveló el secretario de Seguridad Pública municipal, Martín González Talamantes.
El secretario del ayuntamiento, José Luis Ruiz, dijo desconocer quién es el dueño de la Negra.
La Policía Federal llevó una camioneta con perros entrenados. Dos ambulancias fúnebres se fueron al mediodía.
En ese lugar, hay actividades turísticas como recorridos en el bosque donde hay venados, pero también hay ranchos de “súper lujo”, según habitantes.
“Aquí está lleno de malandrines, mueven droga, cometen secuestros, regentean a comerciantes, andan armados, traen gente y la matan y luego la avientan al bosque o a las zonas pegadas a los cerros. La policía casi ni viene, los encontramos durmiendo en sus patrullas”, narró un vecino.