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Tan lejos ha llegado la “portatibilidad” del video que Chamaco, el perro chihuahueño del artista Fernando Llanos, es el protagonista de la pieza Videohuahua para la cual “trabaja” con el equipo montado su cabeza, con cámaras, control o proyector.

Videohuahua es parte de un proyecto más amplio, Videoman, que con varias piezas abunda en las posibilidades del video móvil.

A lo largo de esta semana, en Ginebra, Daros, Zurich y Barcelona, Llanos presentó diversas etapas de Videoman. En la ciudad española fue el único mexicano en participar en el Festival LOOP, una de las mayores muestras de video en el mundo.

En este tour, Llanos no sólo exhibió Videohuahua, sino que presentó La Cooperativa de Arte en Video, y el primer DVD producido por ésta, el cual reune 50 minutos con obras de 27 videoartistas del país.

El DVD —que en México fue presentado en Arte Alameda— se puede adquirir por 180 pesos en sitios como las librerías Gandhi, Educal, el Péndulo, Conejo Blanco o en el Museo Tamayo Arte Contemporáneo.

“El medio nos ha disparado a los videoartistas, por la facilidad de llevar algo en un DVD o enviarlo, en lugar de tener que pagar seguros. Este DVD (seleccionado con Alfredo Salomón) y las exhibiciones que hemos logrado hacer, son también resultado de muchos años de trabajar, de buscar equipo, de cerrar filas y de demostrar a otros artistas que es viable el intento de hacer llegar el video a la gente”.

Fernando Llanos —que tiene nueve años trabajando en torno al video en internet— refiere en entrevista desde Ginebra que a través de la web no sólo se busca una experiencia en línea sino generar una especie de distribuidora, esto con Video México.

La Cooperativa de Arte en Video retoma el concepto de la cooperativa Boing, donde se reinvierte 50% de lo que se produce; en el caso de la de los videoartistas se invierte 100%.

“Hay artistas medulares en la historia del video en México, hay una madurez en este arte; no somos los primeros, cada vez es mayor la incursión del video y las nuevas tecnologías en las galerías y en los eventos de todo el mundo, el medio lleva 40 años madurando”, dice.

Para Llanos, la idea de cerrar en filas no es algo que debería hacerse sólo en el arte sino en todo el país: “Hay que cerrar filas para llegar a otras latitudes, desde la política y el deporte, hasta el arte. En México tenemos el mal hábito de meternos el pie”.